

No podemos esperar que los sordos oigan ni los ciegos vean. Ninguna intervención quirúrgica logrará que quienes ni quieren oír ni quieren ver abran sus oídos y sus ojos. Prefieren continuar escondidos y avergonzados. Por eso, quienes tenemos voz, quienes tenemos la vista clara, hoy hemos decidido salir a llenar las calles de nuestra ciudad. Más de 10.000 almanseños y almanseñas, junto a amigos y amigas de la comarca y del Valle de Ayora, hemos caminado juntos. Es una lástima que ninguno de los rostros con los que termina esta entrada, hombres y mujeres que dicen representar a su pueblo, haya sido vistos entre los hombres y mujeres que forman el verdadero pueblo.
