No ha pasado demasiado tiempo desde que pedí en un post desde esta cosecha que fueran los vecinos del patio quienes hicieran el prólogo de “Viento en las velas”. La gratitud hacia el cariño y el interés puesto en hacerlo por parte de quienes me los mandaron es muy difícil de responder adecuadamente. Una de las maneras que puede devolver ese cariño es llevar esas letras al mismo sitio de donde salieron las demás que componen el libro, y hacerlas protagonistas también de este espacio del Patio que se alegra, como un niño con juguete nuevo (a mi los zapatos nunca me han emocionado mucho), de tener vecinos tan dispuestos a dejarte lo que sea, ora un poco de perejil, ora un prólogo para un sueño.
Así que iré colocando poco a poco por aquí esos abrazos virtuales que gente tan maravillosa y atenta como @melchormiralles y @goloviarte. Valga de abrazo de vuelta y de sonrisa grande, grande:
Me sugiere el gran Adolfo Suárez, el inefable @cosechadel66, que le escriba una líneas para prologar junto a otros soñadores su segunda añada literaria. Al margen del honor que supone para mí que Adolfo quiera que mis palabras se puedan leer junto a las suyas, es una ilusión poder caminar por la senda de la literatura de calidad como escudero de un tipo que escribe como los ángeles aunque pisa la tierra de la que salen textos que te atrapan. Adolfo, primero, me intrigó e interesó por su nick y su avatar en twitter. Tanto que le pedí que viviera junto a mí una experiencia marciana en un programa de televisión que tuve el honor de presentar, que se llamaba Twision, en la cadena VEO7. Me encontré a un hombre bueno, inquieto de mente, sereno y apacible de presencia, con talento e inteligencia, a quien hice pasar un mal rato a cambio de nada. Y me regaló su amistad. Y su Primera Cosecha. Es Adolfo un hombre avezado en las incursiones hasta el tuétano del alma, que cumple con su deber de escritor al encogerte al alma con sus palabras salidas del corazón y tamizadas por el conocimiento que porta en su cabeza. Es riguroso, minucioso como un artesano de la palabra, esa compleja, difícil y arriesgada herramienta que nos ha sido dada para expresarnos y que tan pocos saben emplear como se debe. Hay tantos que hablan tanto para no decir nada, que escriben tanto para no contar nada, que leer cada día a Adolfo sus textos de 140 caracteres, con los que clava en la diana con acierto los dardos de sus pensares y quereres, es un placer que me hace estarle agradecido. De verdad, Adolfo, @cosechadel66, no nos dejes nunca sin el acicate de tus pensamientos, sin tus palabras dulces y a la vez canallas, sin tus sentencias dictadas sin togas ni puñetas, sin tus sueños de autor de tu propia biografia, redundancia que si lo piensas y miras a tu alrededor no lo es tanto, pues son demasiados los temen serlo y se buscan un negro que les escriba por ellos las lineas que conforman su existencia, temerosos de vivir y confesar albertianamente que han vivido. No quiero perderme nada de lo que tu quieras contarnos. Ahí estaré para seguirte, aplaudirte, criticarte, alabarte, censurarte… para compartir sueños, sonrisas, lágrimas y olas de sentimientos como dos piratas sin pata de palo ni parche en el ojo, pero con el corazón repleto. Salud y espero la tercera ansioso y sereno, sonriendo.
Melchor Miralles (@melchormiralles)
Comparte Cosechadel66: Facebook Google Bookmarks TwitterInsensato, incluso a más, atrevido, dependiendo de hacia donde los vientos llevarán las palabras que fueron naciendo ¿fue insensatez? No, fue despecho. He varado en puertos muchas veces extraños, de historias de marineros pasados de rosca, me he quedado, como no podía ser menos, a escucharles a pesar de envidiarles. Lúcidos momentos en mi mente he tenido, mientras mi deseo de jugar con las palabras, a veces, malas pasadas me dieron y otras vi correspondido el sufrimiento. He escuchado a los vientos, que a oleadas me volvían del revés la cara a veces, y otras, suavemente recorrían cada rincón de mi cuerpo Soy fiel, a lo dicho y escuchado, no me escondo ¿ quién soy yo para hacerlo? sólo he pretendido seguir el viaje, y no quiero ver más horizontes lejanos solo, estáis aquí, y eso ,es mi premio. Cosecha del 66 fue el comienzo, y ahora vosotros sois su presente.
Gregorio López Vicente (@Goloviarte)