Revista Economía

Gracias por nada.

Publicado el 21 diciembre 2013 por Torrens

En su discurso de investidura del tercer mandato, Frau Merkel felicitó a Irlanda y a España. A Irlanda por haber salido del rescate con éxito, y a España por la misma razón, en relación con el rescate de la banca, y por la forma en que están llevando a cabo las reformas. Se lució la señora.

Irlanda merece ser felicitada, pero resulta que si es el primer país que sale del rescate es porque se negaron en redondo a ejecutar todas las medidas que les propuso la Catastroika, en especial en lo que se refiere a los impuestos, que no solo no los subieron y los mantuvieron en su nivel comparativamente muy bajo, sino que llegaron a reducir el IVA de las actividades relacionadas con el turismo y los espectáculos. En cuanto a España resulta ser un país que se ha limitado a cumplir órdenes subiendo impuestos y recortando beneficios y derechos de la ciudadanía y en cambio no ha modificado una Administración Pública catastrófica, derrochadora y corrupta, con lo que la Frau demuestra su especial preferencia por las medidas que joden al personal, aparte que no creo que se deba felicitar al único país europeo rescatado o no, junto con Grecia,  en que la mejora general de las cifras macroeconómicas de toda Europa no se ha reflejado en absoluto en una reducción ni tan solo ínfima de las cifras de desempleo, que en España siguen siendo de record. En vez de felicitar debería estar expresando su preocupación por unos datos claramente indicativos de que algo se ha hecho mal. Yo habría felicitado a Italia por haber suprimido la subvención de los partidos políticos con fondos públicos.

No contenta con las felicitaciones absurdas, también se felicitó afirmando que la austeridad alemana está empezando a dar sus frutos, y también se lució. Si a partir de hoy Europa saliese clarísimamente de la crisis, que no es el caso, las medidas que la U.E. viene aplicando desde 2009 seguirían siendo un desastre que ha provocado la segunda recesión y en consecuencia ha alargado innecesariamente la crisis en Europa y en todo el mundo, hundiendo en la miseria a millones de europeos, y todo porque la Frau y sus asesores económicos se empeñaron en aplicar la necesaria y más que justificada austeridad a lo bestia y sin tomar medidas para evitar la recesión, en una demostración más de que los alemanes tienen inteligencias superdotadas, pero son tozudos hasta el extremo de tener algunas neuronas atascadas y van cortitos de imaginación, porque se limitaron a aplicar las mismas medidas que habían utilizado en Alemania diez años antes, olvidando que ellos las aplicaron para compensar el inmenso coste de su reunificación y sobre todo no teniendo en cuenta que lo hicieron en una época en que ni de lejos existía el elevadísimo riesgo de recesión del 2009.

Pero es que además, si algún día salimos muy lentamente de la crisis, no solo lo haremos como países muy empobrecidos y después de haber mandado al infierno el Estado del Bienestar, encima estaremos excesivamente endeudados y llevaremos por esta razón el embrión de la siguiente grave crisis, porque todos los países europeos, ricos y pobres, Alemania incluida, han aumentado muchísimo su deuda pública, algunos la han doblado y muchos han alcanzado niveles que hacen que la deuda sea impagable, y todo ese mayor endeudamiento se ha tenido que invertir en pagar los costes de la recesión Merkel para compensar la caída de ingresos del Estado, cuando si se hubiesen invertido esos miles de millones en estimular la economía no se habría producido la segunda recesión y la crisis haría tiempo que sería cosa del pasado. Y encima se felicita.  Por eso, en mi opinión la única respuesta a tanta felicitación es: Gracias por nada, Frau Merkel.

Se critica con frecuencia la actual ola de euroescepticismo, pero a quien se debería criticar es a Merkel y a Alemania que la han provocado, y en algunos países como Grecia e Italia el escepticismo está degenerando en odio a todo lo alemán.

Yo mismo, que era europeísta convencido y que hace tiempo en una de las notas confesé que cuando España entró en la entonces C.E.E. me sentí realizado, ahora opino que una muy buena razón para el sí-sí a la independencia de Catalunya es precisamente que saldríamos de la U.E. Si se produjese esa salida de la U.E. y de la Eurozona a causa de la independencia de Catalunya, creo que no deberíamos solicitar el reingreso inmediatamente, sino buscar un acuerdo preferencial dentro del marco de la EEA-EFTA parecido al que tienen los noruegos, y desde luego ni hablar de la Eurozona. El acuerdo preferencial nos daría prácticamente las mismas ventajas comerciales que la pertenencia a la U.E., sin el inconveniente de tener que esperar a que nuestros intereses coincidan con los de los alemanes para que las cosas nos vayan bien. A los catalanes los fondos europeos nos traen sin cuidado porque llevamos décadas en que no somos receptores netos de dichos fondos sino que nuestra aportación es positiva. Además, aunque el gobierno español también pondría la proa al acuerdo preferencial tendría muchas menos posibilidades de éxito al querer bloquearnos porque a la mayoría de países de la U.E., y en especial a Alemania, les interesaría el acuerdo para seguir defendiendo sus exportaciones y sus intereses en Catalunya. Y en mi opinión, una vez alcanzado el acuerdo preferencial, ya da igual que tardemos 5 meses ó 5 años ó 50, ó nunca, en ser miembros de pleno derecho de la U.E., porque ¿Quién quiere ser miembro de una unión supranacional que demuestra diariamente su incapacidad casi total para tomar decisiones con un poco de sentido común, que se ha transformado en un inmenso monstruo burrocrático al servicio de Alemania, que precisamente estos días está demostrando su total incapacidad al intentar denunciar la inmensa burbuja del futbol español, cuyas barbaridades son más grandes y evidentes que el iceberg que hundió al Titanic, y sin embargo los burrócratas de la U.E. mezclan irregularidades clarísimas (algunas ya denunciadas hace años sin que los burrócratas europeos hiciesen nada) con cuestiones de estructura societaria y de igualdad fiscal, encerdándolo todo y montando un pastel del que puede salir cualquier cosa?.

Por cierto, sin salir del tema Catalunya, parece que los del PP han mentido tanto que ya no saben hablar sin hacerlo. el miércoles 18 en el congreso, el Sr. Margallo anunció a bombo y platillo un pacto España-Reino Unido para su sintonía reciproca en relación con la secesión de Catalunya y Escocia, que al final resultó ser un compromiso motu proprio del Sr. Margallo, que nadie en toda la Gran Bretaña le había pedido, de votar lo mismo que el Reino Unido si se tiene que aprobar el reingreso de Escocia en la U.E., y el (textualmente)  convencimiento del gobierno español de que Londres se alineará con ellos en el caso que Catalunya consumase su independencia. O sea que no existe tal pacto sino un intento de simular su existencia para continuar la absurda gestión que el gobierno Rajoy está haciendo del asunto Catalunya. Aparte de mentiroso se tiene que ser cortito para intentar dar miedo con un inexistente pacto con los británicos, que a lo largo de la historia siempre han defendido sus intereses con pacto o sin pacto, cumpliendo sus pactos o simplemente olvidándose de ellos.

Temas varios. Os adjunto un artículo aparecido en La Vanguardia el martes, 17 de diciembre, firmado por Carmen Alcoverro, filóloga y me imagino que experta en educación, y lo hago porque dice exactamente lo contrario que lo que yo expuse en mi nota del 10 de diciembre último, con referencia al informe Pisa.

Según esta señora, los resultados del informe Pisa no son tan malos. En su opinión los buenos resultados de los chino-coreanos tienen como contrapartida unos niños infelices por culpa del stress y la competencia, comentario que hacen con frecuencia algunos educadores, que está en la base del objetivo de mediocridad general de nuestro actual sistema educativo, y que, como expliqué en mi anterior nota sobre el mismo asunto, nunca los he entendido porque los de mi generación fuimos educados en competencia y con métodos bastante duros, sin llegar a la dureza chino-coreana, y sin embargo la mayoría de nosotros ni teníamos problemas psicológicos, ni padecíamos depresiones, ni tuvimos una infancia desgraciada.

No lo dice en estas palabras pero parece ser que opina que la educación tiene dos componentes: conocimientos y valores, y aunque los resultados de nuestro sistema educativo son pobres en conocimientos son buenos en valores, que el informe Pisa no evalúa. No sé a qué valores se refiere la señora Alcoverro, pero quizás está hablando de los que practican con mucha intensidad los jóvenes que celebran botellones en algunas plazas del barrio de Gracia, o los que llegan a tratar tan mal a su maestro que demasiados acaban precisando tratamiento psiquiátrico.

Del artículo hay varias cosas que no me gustan nada. Primero que cuando se refiere a las madres chino-coreanas las califica de dedícadísimas y lo escribe así, en cursiva, como si fuese algo criticable. Segundo, dice que la competencia es muy contraproducente en educación y afirma que los países que progresan no son necesariamente los que obtienen buenos resultados, se supone que en el Pisa. Solo hay un problema: la realidad la desmiente totalmente porque tanto en Europa como en Asia los países que progresan SI son los mejor clasificados. También se refiere a los chino-coreanos como recién aparecidos en el informe Pisa que han provocado la caída en la clasificación de los demás, cuando los asiáticos, en especial los coreanos, llevan tiempo en los primeros lugares. Finalmente se contradice porque dice que en el informe Pisa sobre escolares obtenemos calificaciones que según ella no están mal y en cambio en el de adultos si estamos en la cola sin remisión. ¿Y donde educaron a nuestros adultos?, ¿en el Mar de China?. Con mentalidades como la de esta señora tardaremos mucho en salir del agujero educativo en que nos encontramos.

El pasado miércoles en TV3 vi y oí una respuesta sensacional. Uno de los principales miembros del consejo de administración de Laboratorios Grifols, un señor de apellido Grifols pero del que no me quedé con su nombre de pila, estaba en plena rueda de prensa para presentar una nueva planta de los laboratorios en California, y uno de esos periodistas que sería mejor que se dedicase a otra cosa le preguntó que iban a votar si se llegaba a realizar la consulta sobre la independencia de Catalunya, a lo que el Sr. Grifols contestó que Laboratorios Grifols no votaría porque las empresas no tienen derecho al voto, y que en caso de consulta, él iba a votar exactamente lo que le diese la gana. Inteligencia contra estupidez.

PISA y VALORES


GRACIAS POR NADA.

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