Este post es de agradecimiento a todos cuantos me seguís, apoyáis y leéis, porque sin vosotros, esta aventura no sería posible. Una vez más, me hicisteis sentir vuestro cariño el pasado domingo en la Fira del Llibre de Valencia. Hace poco un amigo escritor me enseñó que los libros, una vez los depositamos en manos ajenas, dejan de ser nuestros porque entonces le pertenecen también al lector. No hay satisfacción más grande que poner mis escritos en vuestras manos. Y, por supuesto, gracias a Librería Shalakabula, Librería Gaia y Llibrería Ramón Llull que me brindaron la oportunidad de vivir esta experiencia. Para el recuerdo me quedan las fotos. ¡Gracias de corazón!