Sin Gastón Gaudio (desgarrado en el aductor tras el entrenamiento del día anterior), Carlos Moyá dijo adiós al profesionalismo con todo el Buenos Aires Lawn Tennis Club despidiéndolo de pie y con diversas ovaciones a lo largo del hermoso turno vespertino en los Bosques de Palermo.
Además de los buenos recuerdos que se llevó el mallorquín de nuestro país (como por ejemplo haberse adjudicado en tres oportunidades el ATP de Buenos Aires), el público argentino le regaló aplausos en todo momento en el último partido de su notable carrera, que lo llevó a ser número uno del mundo en marzo de 1999, campeón de Roland Garros ´98 y de la Copa Davis ´04, entre otras valiosas conquistas.
Aunque el resultado fue anecdótico, el hijo de Palma de Mallorca cerró su etapa como tenista en la 8º Copa Peugeot Argentina de Tenis con un éxito sobre Guillermo Cañas, reemplazante del lesionado Gaudio e inactivo desde el Abierto de Hamburgo 2009, por 4-6, 6-1 y 7-2. Pero lo más importante fue la emotiva ceremonia organizada por el Grupo NOS, empresa dirigida por Luis Lobo y Pier Squillari, que le entregó un trofeo y le hizo un video -con el tema Viva la vida de Coldplay- en honor a su trayectoria.
También el BALTC homenajeó a “Charly”, obsequiándole en manos del presidente del club, Julio Barboza, el libro de los 100 años de la institución. Y algunos niños de la Fundación Baccigalupo le concedieron al español, de 34 años, una medalla.
LAS PALABRAS DE MOYÁ EN SU RETIRO
"Es difícil expresar con palabras el agradecimiento eterno que voy a tener con el público argentino. Siempre existió una química especial que nunca olvidaré. Fue la despedida soñada".
"Quien haya seguido mi carrera sabrá por qué de esta despedida en Buenos Aires. Gané mi primer título profesional aquí, y ese fue el primer flechazo de un amor que duró toda mi vida tenística".
Crédito de la foto: Agencia DYN