Revista Opinión
Yo recuerdo a una tía viejita, viejita que solía decir "Chicos, traten de hablar bien, siempre. Hablar bien no cuesta una mierda, agregaba en tono solemne. Es por eso que cuando tengo dudas respecto a una palabra recurro a las fuentes de la gramática castellana para abrevar allí mi sed, o mejor dicho mi falta de elementos lingüísticos. Dos palabras quedaron en mi subconsciente de manera tal como suelen quedar esas canciones con las cuales uno se levanta y le acompañan todo el día. A propósito de esto, ayer escuché o leí algo referido al anuncio del Ministro de Planificación Julio De Vido respecto al avance del proyecto para la construcción de una cuarta central nuclear en la Argentina, que se radicaría en la provincia de Buenos Aires, obra que contaría con capitales chinos, y no me pude quitar de la mente a De Vido y la cancioncita "En un bosque de la China, una china se perdió y como yo era un perdido, nos encontramos los dos" hasta que llegó (salvadora como siempre) la ilustre señora PresidenTe y deslizó, como siempre también en la TV, dos palabritas que quitaron de un plumazo a De Vido, a la china y al bosque. Una es Cepo: “el título de cepo no se corresponde con la realidad”. dijo para agregar de inmediato, “Van a tener que encontrarle otro título mediático porque cepo, no da”. Y tiene mucha razón la señora. Si se pretende utilizar la palabra cepo, debiera llevar el agregado "quedo" y resultar así ” cepos quedos” que si son en realidad los que se utilizan para decir a alguien que se esté quieto. En este caso el dólar, que grandes dolores de cabeza nos causa a todos, tengamos o no tengamos billetes verdes. Si falta esto es culpa del dólar, si aumenta aquello, es culpa del dólar, si no viajo es culpa del dólar; para hacerla corta: todo es culpa del dólar (y de Macri, y Clarín por supuesto) El problema lo tengo con el término dos “ Jauja” que utilizó para referirse al mercado cambiario en el que antes hubo períodos de “jauja” y “timba” cambiaria. “Lo de jauja cambiaria es cuando una persona podía comprar dos millones de dólares por mes sin tener que decir para qué los quería. En ningún país del mundo nadie puede comprar dos millones de dólares en un mes sin decir para qué es. " O sea que sería algo así como una vidorra o vidurria como se dice en lunfardo. La RAE indica que jauja "Denota todo lo que quiere presentarse como tipo de prosperidad y abundancia." y que mejor situación para comprar dos millones de dólares, no les parece? Claro que aquí volvió a aparecer el subconsciente que de inmediato me arrojó a un nuevo mar de dudas, al comenzar a martillarme que ella tal vez inconscientemente haya estado pensado en un notorio político que compró (en épocas que Víctor Hugo era crítico del sistema) dos millones de dólares allá por octubre de 2008 justito antes de una devaluación. Y el subconsciente me insiste y me insiste, pero yo me niego a aceptarlo. Es solo producto de la mente dañina que uno tiene. Nada más. Mirá que él habría hecho una cosa así. No, verdad?