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Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

Continuamos con la segunda entrega del especial de cine de terror, en donde gracias a sus votaciones la película ganadora ha sido nada más y nada menos que  ‘El Exorcista’ del director William Friedkin. Para darnos una idea del impacto que tuvo esta cinta no sólo dentro del género del terror, si no en la industria del cine en general, sólo es necesario preguntar a nuestros padres la afortunada experiencia que tuvieron al presenciar la obra en una sala de cine. En lo personal, mis padres ni ganas tienen de entablar conversación, porque en su tiempo fue tan perturbadora que hasta la fecha es un referente para todas las películas de terror que han seguido.

¿Cuantas veces no han leído o escuchado que algún estreno es mucho mejor que ‘El Exorcista?¿ No ahora con ‘Posesión Satánica’ (The Possession) resulta que también es el mismo ejemplo de la nueva venida del terror que se ha profetizado? Lo único que hacen con tales juicios es seriamente ser evidentes en su manipulación por medio de la mercadotecnia, que por cualquier merito que podamos presenciar en la gran pantalla. Pero, ¿por qué después de 39 años de estreno sigue siendo referente a la perfección como lo es la gimnasia a  Nadia Comaneci? Pues de eso es lo que me voy a encargar en los siguientes párrafos.

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

No existe otro filme en la historia del cine del género del terror que haya recibido 10 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película. Aún en la actualidad es una anomalía que con tantas vacantes disponibles a nominación, pueda haber algo digno del reconocimiento de tan prestigiados miembros de la Academia. Si podemos comparar lo que hizo el director William Friedkin, sería a lo que Christopher Nolan estuvo a punto de lograr con Batman en  ’The Dark Knight’. Literalmente trascienden cualquier  preconcepción que tenemos del género, llevándolos a niveles más allá de lo que se pensaba era posible.

La trama comienza en medio del desierto de Irak, con el religioso Lankester Merrin (Max von Sydow) encontrando un objeto que se asemeja a la representación del mal. Es de ahí que pasamos a conocer la carismática actriz Chris MacNeil (Ellen Burstyn) y su hija Regan (Linda Blair), en lo que parece un inocente juego de mesa con desagradables consecuencias. Por último, vemos al sacerdote Damien Karras (Jason Miller), preocupado por la declinante salud de su madre, lo cual le ocasiona un sentimiento de impotencia al no poder hacer mucho para ayudarla. Después de algunos minutos uno pensaría que tales escenas no tiene nada que ver con lo que ha de seguir, sin embargo, son esos momentos que pueden pasar desapercibidos como relleno, lo que le da más fuerza al de por sí impresionante desenlace. Además que el director Friedkin no desperdicia la oportunidad de crear un inquietante sentimiento de zozobra que prevalece a lo largo de la cinta.

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

Al tomar en consideración a los personajes, todo lo que ha de venir es mucho más impactante en comparación a lo que se ve comúnmente en el cine, con la plantilla prefabricada de grupos de adolescentes desconocidos charlando cinco minutos para luego lanzarnos a un monstruo digital que aterroriza  y que uno al salir del cine se olvide del asunto. Si acaso las escenas iniciales de Chris MacNeil y su hija Regan no funcionan del todo al ser una colección de incesantes jugueteos que parecen sacados de alguna publicidad de Colgate, el desarrollo que se tiene a partir del cambio temperamental de la adolescente, es con el propósito deliberado de hacer de los hechos paranormales creíbles y hasta posibles en el mundo real.

Mucho merito tiene la templanza con la que se maneja la condición de Reagan, sin olvidar que de vez en cuando un susto no hace daño. La sugestión comienza con las palabras altisonantes que salen de la pequeña dama, para después convertirse en actos espeluznantes: como cuando desciende de una escalera imitando a una araña o ya de plano darle una buena golpiza a su angustiada madre. La ironía llega cuando un grupo de médicos al no encontrar solución a su condición, le sugieren a Chris que de plano considere métodos nada convencionales. Es por fin que entra en acción el padre Damien Karras, quien con todo y su mentalidad espiritual refleja serías dudas de lo ocurrido.

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

No saben lo refrescante que es ver como ante el material tan increíble que se presenta se le busca el lado lógico con la clara misión de refutarlo. Es en ese aspecto donde recae el valor del libreto de William Peter Blatty, a quien no le fue suficiente sólo mostrar los eventos paranormales, si no que también de desarrollar personajes incrédulos a lo que sucede, ayudando a ser el reflejo de lo que piensa el público. Es por eso que la película resulta tan impactante, al lograr lo que otras películas ni con sus efectos visuales de  última generación han podido, que es convencernos que un demonio puede introducirse a una persona hasta manipularla al grado de ser una marioneta.

La transformación que sufre Reagan en su rostro es uno de los aspectos que descuadran en la producción, recordándonos que después de todo esto es ficción. Tampoco es posible ignorar que los trucos que tiene el demonio son demasiado fantásticos: desde el vómito verde que libera en grandes cantidades y la inconfundible capacidad contorsionista que hace a un búho morirse de envidia; si no fuera por la impecable dirección de Friedkin la farsa no sería posible. Es cierto que cuando sucede todo lo que mencione, no lo consideramos porque resulta tan repugnante que reaccionas instintivamente. Ni que decir cuando se cruza el límite de lo tolerable con la poseída cometiendo una acto indeseable con un crucifijo. Es de locos lo que llegamos a ver, dejándonos como única elección retorcernos en nuestro asiento.

Después de una hora y media de conjeturas, por fin llegamos al show principal con el padre Lankester haciendo acto de aparición. Las escenas del inicio toman significado, no sólo como presagio o para lucirse con la fotografía del desierto, si no que nos ofrece una perspectiva de un hombre que a buscado los orígenes del mal para combatirlo. El hombre atiende al llamado en una noche de intensa neblina, llega a la puerta de la casa para detenerse en una imagen que ha quedado grabada en la historia del cine .

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

El padre Karras aún con su frágil fe en Dios, esta dispuesto a proseguir con el exorcismo porque ignora o no quiere reconocer los riesgos con tal de querer salvar a la chica. Mientras Lakester inicia el ritual, el demonio no se limita en su lucha por mantener su conquista. Lo que sigue es una maravilla en dirección, fotografía, arte, edición, sonido, efectos visuales y actuación; todo unido en una armonía sin presendentes, que hasta hoy permanece como ejemplo de lo que debe de ser una película de terror.

Desde la sorprendente actuación del dúo de actores recitando pasajes de la Biblia con demasiada convicción y atacando al demonio con tanta agua bendita como sea posible. Hasta la caracterización de en aquel entonces niña actriz Linda Blair, quien aún con la ayuda de maquillaje y la terrible voz interpretada  por la actriz Mercedes McCambridge, paso a la historia como un personaje icónico de la cinematografía. Son momentos de absoluta tensión que el borde del asiento se queda corto.

Luego tenemos los efectos visuales tan sencillos, pero a la vez tan efectivos. Que mejor ejemplo que la maravillosa levitación de Reagan, en uno de tantos trucos del demonio por salirse con la suya  A eso hay que agregarle filmar en un cuarto congelado para que salga vapor de la boca de los actores, nada de efectos digitales, esos eran tiempos en donde la inteligencia se imponía a los problemas de filmación. En sí,  ’El Exorcista’ es simplemente una fuente de anécdotas que comprueban la audacia de un equipo de producción que hizo historia sin saberlo.

Gran Cine de Terror: ‘El Exorcista’, una obra maestra

Lo impensable llega varios minutos después de tanta verbolera religiosa, cuando los sacerdotes salen de la habitación derrotados. Ambos con serias dudas de su labor, un veterano que ha luchado incontables batallas y otro con un gran dolor personal que lo hace desquebrajarse ante cualquier tentación. Esa escena en el pasillo contemplando su desesperación, mientras que la cámara nos da una visión amplia de su soledad, es profundamente dolorosa. Lo que más debo de reconocer , es que no cae en el melodrama, siempre desde el inicio con una perpetua templanza de parte del director William Friedkin que aún después de tanto tiempo varios quisieran conocer la fórmula para repetirlo.

El desenlace es el precio justo a la épica batalla por un alma. Mientras que Reagan se reía de su victoria  frente a un fallecido Lankester, el padre Karras no se detiene en su venganza y reclama que el sea el poseído. De repente sale lanzado por la ventana y rueda violentamente por las escaleras del callejón, sacrificando su vida por el alma de la niña. Sinceramente no se de quien fue la idea de filmar en esa ubicación, y sobre todo darle un protagonismo a unas escaleras que espero algún día tomarme una foto en ellas.

Ya sea por curiosidad, necesidad de sentir correr la adrenalina, maravillarse de los aspectos técnicos o de plano tener miedo; resulta ser una de las pocas películas que no es posible perderse. No por nada es y sigue siendo una de las mejores cintas de terror.


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