El viernes anterior se concretó, a votación, la película que inauguraría este extenso especial del cine de terror que decidimos llevar a cabo en este blog, resultando triunfadora, por una corta diferencia con respecto al resto de competidoras, la obra cumbre del director Sam Raimi, a quien muchos de ustedes ubicaran rápidamente como el responsable de la trilogía de Spider-Man, en la década pasada, y de la divertidísima Arrástrame al Infierno, para quien esto escribe, una de las mejores películas de terror que el cine nos ha dado. Por ello tampoco es de sorprender que ustedes, el público, eligieran su trabajo más conocido y que a día de hoy goza del status de culto, entre muchas razones por el atrevimiento y la desfachatez de Raimi de realizar una historia bizarra, gore, y endiabladamente entretenida.
Evil Dead, titulada en México como El despertar del diablo, y que a la larga generaría confusiones con el filme de Wes Craven, The Hills have Eyes, sobre un grupo de mutantes caníbales en el desierto de Nuevo México, que por cierto tuvo un acertado remake a manos de Alexandre Aja, en el 2006, supuso el “debut” del realizador norteamericano Sam Raimi en el generó que tanto le apasionaba: el terror, aunque lo correcto sería situarlo en el horror, géneros hermanos, casi similares, pero que se diferencian en el hecho de que en el terror como tal generalmente el “monstruo” o asesino es una persona, un humano; mientras que en el horror se trata de una criatura desconocida o monstruo como tal. En lo de Raimi estaba muy claro por cual genero se declinaría, en especial aquí.
Para quien no la haya visto, a estas alturas es casi improbable, les bastara saber que se trata de una cinta de bajo presupuesto, catalogada como cine B, y que supuso una revolución dentro del cine mismo, al menos en el horror cinematográfico, al menos por lo atrevida de su propuesta visual y de su entrañable puesta en escena. Una cinta realizada por universitarios, pues. Pero para lograr su objetivo trazado, Raimi primero tuvo que ganar simpatías entre los productores y distribuidores, esto mediante un cortometraje de alrededor de 30 minutos titulado Within the woods, que no era otra cosa más que una versión corta de Evil Dead. El proyecto gustó y se le proporciono a Raimi el apoyo financiero para llevar a cabo su tan anhelado filme, algo que el resto del mundo se lo agradeceríamos de antemano.
Al lado de su compañero y leal amigo, Bruce Campbell, se aventuraron a realizar una película que pocos o nadie, mejor dicho, habría apostado que tendría éxito o relevancia alguna, pero la sorpresa fue mayúscula al ser no solo considerada de culto, sino elegida por diversas asociaciones en EUA, como una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, y merecidamente, en mi opinión, pues la cinta es muy sencilla pero poderosa en su mensaje y acertada en el modo de realización. La historia es la siguiente: cinco amigos (Ash,Cheryl, Linda, Scotty y Shelly) deciden adentrarse en los bosques de Tennesse, para pasar un rato agradable en una cabaña abandonada, si, estos gringos algo tienen mal. Las cosas se volverán desastrosas cuando encuentran un libro en el sótano de la cabaña, dicho libro esta maldito, por no decir endemoniado, pues mantiene encerrado a los espíritus del bosque, los cuales para nada son amistosos. Como era de esperarse, vamos, al fin y al cabo son jóvenes irracionales, el libro es abierto y leído, provocando que los espíritus despierten y decidan divertirse un poco con los pobres adolescentes.
Lo curioso de la puesta en escena de Raimi es que casi toda la película sucede en la cabaña, y en sus alrededores, provocando de esta manera, una sensación de pánico entre los protagonistas y entre el público. Y no porque la cabaña este en medio de la nada, literal, sino porque esta rodeada de árboles, y bueno, si de por si la idea de demonios vagando en la noche del bosque era jodida, imagínense ver a árboles “vivos”, tratando de violarte. En definitiva, o esperas dentro de la cabaña a volverte loco y que los espíritus entren y te posean, o decides correr y huir por el bosque gritando en espera de que los malditos arbustos se aprovechen de ti, y no de buena manera, como le sucede a uno de los personajes. Raimi supo plantear su idea muy bien y nunca se echa de menos ningún otro factor para el desarrollo de la película, todo recae en las decisiones de sus personajes, en especial el del protagonista, Ash, al cual da vida Campbell, el cual pese a sobreactuar terriblemente, cumple perfectamente su rol de cobarde a héroe. Curioso, pues por lo general, al menos en aquellas épocas, el rol protagonico recaía en las mujeres, por la simple razón de ser más vulnerables y frágiles, situación que les daba mérito al sobreponerse a este tipo de adversidades.
Otros dos factores claves para el éxito de la película, y que la convirtieron en referente del genero, fueron sin lugar a dudas sus movimientos de cámara, subjetivas, y los vomitivos efectos visuales. En lo primero basta decir que vemos, como espectadores, el punto de vista, o subjetiva propiamente dicha, de los espíritus a través del bosque, esto fue logrado mediante un interesante efecto de cámara que consistía en poner la misma sobre troncos, para generar el tan comentado movimiento, que me atrevería a decir que jamás ha sido igualado. Por el otro lado tenemos los efectos visuales los cuales si bien para nada son innovadores ni mucho menos perfectos, logran trasmitir esa incomodidad y miedo propios de una película de bajo presupuesto. Cada uno de los amigos de Ash que cae presa de la posesión demoníaca es trasformado grotescamente en un ente repulsivo que chorrea líquidos a diestra y siniestra, provocando el desagrado no solo de Ash, sino del público. La única solución para matar a esos endemoniados no es otra más que descuartizándolos. Bien Raimi, bien.
Es evidente que al intentar retratar a los cuerpos poseídos con tan grotescos rasgos físicos, esto provoque a la vez en el espectador algo de risas, no involuntarias, sino acordes a lo que ven en pantalla. Raimi sabe mejor que nadie que el horror esta en una delgada línea entre lo dramático y lo cómico, y por ello se declina por lo segundo, pues sabe a la perfección de que tendrá mas recursos que pueda usar sin que el público se ria de su trabajo de mala forma. El se lo toma con mucha calma y el abuso de todas las secuencias bizarras y los litros de sangre que derrama en pantalla es sólo para el gusto y placer de la audiencia, sabe que varias secuencias provocan más risa que miedo, pero eso no le importa pues a final de cuentas lo busco de esa manera, y le salio acertado. Exagerado es la palabra, pero aquí se agradece y mucho.
En definitiva considero que Evil Dead es una cinta cumbre del genero que debe ser vista una y otra vez para comprender la gran aportación que tuvo al cine, afortunadamente con el pasar de los años, y el tiempo, ha tenido un lugar de honor por parte de la crítica y del público muy bien ganado. Cinta de referencia obligada para todos aquellos que les guste el horror, pues sentó bases para cientos de películas posteriores, aunque ninguna estuvo ni cerca de acercársele en ningún aspecto a esta gran historia. Raimi realizo dos secuelas más, ambas de culto, y se rumora que esta planeando un remake de esta misma, pero ya no ejerciendo de director, sino de productor al lado de Campbell. ¿Buena o mala noticia? Supongo que el tiempo lo dirá.