Revista En Femenino

Gran sorpresa aniversario

Por Mamadverdad

Gran sorpresa aniversario

El cielo de Tenerife


Algunos ya sabéis que he estado unos días desaparecida, pero os cuento los detalles para que podáis odiarme a gusto y moriros de envidia.
El día 6 era mi décimo aniversario de boda. Tengo que decir que somos de lo más soso celebrando aniversarios y nos hemos saltado unos cuantos, pero esta vez como eran 10 años tenía que ser un poco más especial. Yo me conformaba con un cine y una cenita en algún sitio. Dejar una noche a los niños con mis padres y listo. Para mi ir al cine sin niños ya es lo más porque en 5 años hemos ido sólo una vez. El plan estaba bien así. No quise reservar en ningún sitio porque no tenía la seguridad de que mis padres pudieran quedarse con los niños, así que hasta el último día por la mañana no me puse a mirar nada. Me pasé media mañana buscando sitios para cenar y mi marido pasando de mi. Que ya lo miraríamos por la tarde me decía. Mis esperanzas de cena romántica se iban reduciendo a cena en el burguer. Pero nada, yo muy paciente esperé a que llegara mi marido para llevar a los niños con mis padres y podernos ir a algún sitio. Cuando llega a casa me planta un sobre con una carta dentro preciosa en la que describe momentos vividos juntos y en la que me dice que haga la maleta, que nos vamos. Sí, sí, lo que estáis leyendo. Yo a todo esto histérica. Nos íbamos esa misma noche y tenía que dejar a los niños 4 días con mis padres. Algo que nunca había hecho. Tan sólo habían dormido con ellos un par de veces. Y cuatro días me parecía una burrada. Pero la emoción lo pudo todo y les preparé una bolsa con ropa y trastos como para irse 3 años fuera de casa y su padre los llevó con los abuelos. 
Mientras, me puse a preparar la maleta para mí, en la que me había dicho que tenía que echar un bañador y un plumas para abrigarme. Sin más datos. Podéis imaginaros que no tenía ni idea de lo que meter en la maleta. Así me pasó que hice una maleta extrañísima y nada adecuada para el destino. Pero es lo que tiene no saber dónde vas.
Las horas iban pasando y yo cada vez más inquieta por no saber dónde íbamos a ir. A las 2 de la mañana teníamos que levantarnos para ir al aeropuerto. Apenas dormí claro. Menudos nervios tenía. Por fin mi marido de camino al aeropuerto no pudo aguantar más y me dijo el destino, nos íbamos a Tenerife. Al mismo hotel dónde estuvimos hace unos 15 años. Siempre habíamos recordado esas vacaciones como unas vacaciones perfectas y teníamos los 2 muchas ganas de volver. Menuda emoción. Todo era una alegría. La sorpresa de la carta por la tarde y el destino elegido no podía ser superado. Pero sí, podía superarse. Mi marido se ha superado y ha puesto el listón altísimo.
Cuando llegamos allí, todo genial. Empezamos de visita a la isla y de repente tenemos que buscar un baño con urgencia en un centro comercial al que mi marido se empeña en ir. Yo no entendía nada, es más, me estaba sentando hasta mal la historia jeje. Entramos en un bar en el que veo que no hay baño y me salgo ya medio enfadada diciendo que para qué vamos a entrar si no hay baño ahí. De repente, ¡plas! nueva sorpresa de nuevo. Apareció Zena, para mí, imprescindible en el día a día desde que empecé con el blog. Resulta que mi marido, el que no entiende por qué escribo en un blog, que nunca lee nada, que me mira con cara rara cada vez que cojo el ordenador y por el que casi dejo de escribir y abandono esto, buscó en mi móvil su teléfono y contactó con ella para que pudiéramos conocernos. No lo voy a olvidar en la vida. Es un acto de comprensión y de generosidad enorme por su parte. Nunca se lo podré agradecer lo bastante. La sorpresa del viaje fue preciosa pero el hecho de complicarse la vida buscando una persona con la que él nunca había tenido relación sólo por mí, es conmovedor.
Tengo que decir que en el momento en el que Zena apareció detrás de mi fue como de total descoloque. Se suponía que Zena no estaba en Tenerife, me había dicho que no iba a estar en la isla porque también se iba de aniversario con su marido. Lo del aniversario sí era verdad, menos mal. Pero lo de su viaje no. Es una bruja malvada. Yo no me dí cuenta de nada en todo ese tiempo que ellos llevaban hablando. Por lo visto llevaban como un mes organizándolo. No pillé a uno ni pillé a otro. Caí como una tonta. Pero eso sí, una tonta muy feliz.
Después de la emoción de ver y tocar y saber que era Zena de verdad la que estaba allí, conocí a su estupendísimo marido y pasamos una noche genial. Fuimos a recoger a su niña y estuve en esa casa tan acogedora que tienen, que me resultaba tan familiar por las fotos que ya había visto. Y su hija, no puede ser más linda, guapísima, buenísima y simpática, además con esa misma cara de ángel que su madre. Nos fuimos de cena típica canaria. Un ole por la comida canaria. Me he quedado prendada de todo lo de allí. Os aviso que vendrán post futuros de prácticas en recetas canarias. Buenísimo todo.
Zena que es muy detallista me hizo unos regalazos, un neceser precioso también para que podáis morir de envidia y una bolsas de merienda para los niños preciosas a las que ya le tienen ellos buscado su destino, las han cambiado de nombre y ascendido a bolsas para guardar secretos.
Gran sorpresa aniversario

Ha sido una experiencia tremenda. Primero la sorpresa de la carta tan emotiva, con lo del viaje y para rizar más el rizo todavía una quedada con Zena. Más no puedo pedir.El viaje ha sido muy rápido, cansado y lleno de emociones, lo voy a recordar toda mi vida. 
¿Qué os ha parecido? No puede ser más bonito, ni ha podido ser más perfecto.
¿Os han dado alguna sorpresa así? Cortarme si es así.
Posdata para Zena: Muchísimas gracias por engañarme así, ha sido una sorpresa enorme. Espero que volvamos a vernos pronto.
Posdata especial para mi marido: Aunque no lo vas a leer, pero por si algún día te da el punto te recuerdo que te quiero, que te adoro y que eres y serás el amor de mi vida. Gracias por todos estos años.

Volver a la Portada de Logo Paperblog