Lobos, osos, glotones y linces son cuatro de los grandes carnívoros que indican la salud de algunos ecosistemas y el nivel de coexistencia con los seres humanos. Los modelos de conservación que se aplican en Europa han demostrado durante las últimas décadas que es posible el mantenimiento de poblaciones de lobos, osos, glotones y linces en convivencia con poblaciones humanas. ¿Un milagro? No, simplemente políticas de conservación adecuadas, tal y como ponen de manifiesto los estudios realizados por decenas de científicos en estas áreas durante años.
El modelo europeo de conservación está basado en la coexistencia entre seres humanos y animales salvajes, a diferencia del modelo estadounidense, que impulsa las reservas y los espacios protegidos para la conservación de las especies, y ha demostrado su éxito también con el mantenimiento de poblaciones bastante amplias, por ejemplo, de lobos, a pesar de tener una gran densidad de población.
De estos cuatro grandes carnívoros, España cuenta con el lobo ibérico: una población de alrededor de 2.500 ejemplares distribuidos por la Cordillera, los Pirineos y Castilla y León (con alguna pequeña manada en Madrid. No en el centro financiero y bancario, ésos son otra clase de lobos y lobas; me refiero en concreto a la que habita un área de la sierra de Guadarrama); también hay lobos en Sierra Morena (Andalucía), aunque están en situación crítica y es la única manada en toda Europa que no se está recuperando.
El oso pardo: con una población de unos 250 ejemplares distribuidos por la Cordillera Occidental (oeste de Asturias y Alto Sil leonés) la Oriental (que comprende la Montaña Palentina, la comarca de Riaño y la montaña cántabra).
El lince: con una población de unos 404 ejemplares silvestres, de los cuales 361 se encuentran en Andalucía, distribuidos por Sierra Morena (la sierra cordobesa), el área de Doñana-Aljarafe y Cardeña-Andújar. También hay 43 linces censados fuera de Andalucía. 16 en el Valle de Matachel (Extremadura), 10 en el valle del Guadiana (Portugal), 8 en los montes de Toledo, 5 en sierra Morena oriental y 4 en sierra Morena occidental. Hay evidencias de alguna colonia o ejemplar aislado en Madrid (no, tampoco me refiero a los linces espabilados que pueda encontrarse en el quehacer diario).
En resumen, los estudios científicos nos informan de lo siguientes datos:
Los osos pardos están presentes en 22 países europeos. Hay diez poblaciones distintas que comprenden 17 000 individuos. Todas las poblaciones son relativamente estables o ligeramente en expansión, pero algunos siguen siendo pequeñas críticamente. Sólo 45-50 osos viven en los Alpes, en comparación con 7 200 en los montes Cárpatos.
Los lobos están presentes en 28 países europeos. Hay alrededor de 12 000 individuos, distribuidos en diez poblaciones. La mayoría de ellas están aumentando en tamaño.
Los linces viven en 23 países, con 9 000 individuos. Diez de las once poblaciones se encuentran estables, excepto en los Balcanes que está disminuyendo.
Los glotones sólo viven en Finlandia, Noruega y Suecia, en dos poblaciones en crecimiento con alrededor de 1250 individuos.
Son muchas las medidas que es necesario adoptar para que esta convivencia siga siendo posible, entre ellas concienciar a la población para evitar el furtivismo, los atropellos y los envenenamientos. Sí, sigue habiendo gente muy rastrera a la que habría que cogerle del pescuezo y apretar. Si usted me entiende...
Seguir creando conciencia ecológica y de conservación de estos grandes carnívoros, es vital para mantener las poblaciones de lobos, osos, glotones y linces en Europa.
Se ha conseguido mucho y es bueno reconocerlo, pero aún queda camino por recorrer. Y no, los glotones no frecuentan los restaurantes españoles; ni eso ni la cocina española son las causas de su recuperación. Que les leo la mente...