Crisis en Tierras Infinitas había unificado el Universo DC. De las múltiples tierras, quedaba sólo una. De los múltiples mundos de héroes, había que conseguir insertarlos todos en uno sólo. Había que relanzar la leyenda de los héroes, de los villanos. Como ya comentamos, Crisis en Tierras Infinitas supuso el golpe de la pubertad para los cómics de DC, que se convirtieron en adultos, y encontrarían su camino a través de este nuevo crossover. Legends. Y el nombre lo dice todo, porque en Legends, pudimos asistir al retorno de las leyendas. Y es que DC siempre ha sostenido que sus héroes son iconos, leyendas vivas, como lo pudieron ser los dioses de la antigüedad, los héroes que protagonizaban las epopeyas de Homero o Virgilio. Por mucho que el hombre bajo la capucha pueda cambiar, Batman al final es un símbolo, al igual que lo es Superman. Y eso es Legends, la batalla de los símbolos.
Con guiones de Jon Ostrander, diálogos de Len Wein, dibujo de un desatado John Byrne en uno de sus mejores momentos y tinta de Karl Kesel, a pesar de su vocación de crossover, Legends surgiría con muchas menos pretensiones que Crisis. Se trataría sólo de una serie limitada de seis números, aunque habría muchos cruces con las colecciones que se habían reformado tras la Crisis. Y Ostrander nos trae una historia que recuerda poderosamente en muchos de sus aspectos a la más actual Civil War marveliana, que parece partir en muchos momentos de puntos en común con Legends. El punto fuerte de la historia de Ostrander, Wein, Byrne y Kesel es precisamente el como el hombre de la calle, el hombre de a pie, se enfrenta a la presencia de superhéroes, de esas leyendas vivientes. Y es que de pronto estos héroes se encuentran de frente con la sociedad estadounidense, desde su presidente hasta sus estamentos más bajos. Errores cometidos por unos y otros (incluyendo al Capitán Marvel, que tiene su presentación oficial en esta nueva tierra), ponen a la opinión pública en contra de los héroes, a los que incluso se prohíbe “patrullar”.
Por supuesto, había más de lo que se veía a primera vista en la trama, y Darkseid estaba detrás de todo, manipulando la opinión pública a través de uno de sus vasallos, Glorious Godfrey, convertido en una especie de telepredicador que incita a las masas a odiar. Los planes de Darkseid contra los superhéroes tienen un resultado inesperado, que se vería fuera de la serie original, en los crossovers de esta con Justice League, y que supondría el final de una Liga de la Justicia que se había ido devaluando en los últimos años, y que ahora estaba formada por clásicos como J´onn J´onnz, Firestorm y el Hombre Elástico, y nuevas incorporaciones, como Vibe, Vixen, Gipsy y Steel; la llamada Liga de la Justicia de Detroit. La Liga de la Justicia había perdido su antigua importancia en el engranaje de DC y había llegado el momento de sacrificarla. Legends, en el fondo, sirvió para eliminar a esa Liga de la Justicia, falta de carisma y personalidad quizá; y traer una nueva, formada por los que serían los héroes de Legends. Superman, Batman, Wonder Woman, Canario Negro, el Doctor Destino, J´onn J´onnz, Guy Gardner, Blue Beetle, el Capitán Marvel… serán los héroes de esta historia, y los que conformarán la nueva versión de la Liga de la Justicia, la Liga de la Justicia Internacional que revolucionaría el mundo del cómic y nos traerían Giffen, DeMatteis y Maguire.El equipo creativo de Legends supo imbuir su historia de una profunda verisimilitud y cierto realismo, muy diferente de la épica cósmica de Crisis, a pesar de que el enemigo era el mismísimo Darkseid; y consiguieron con ello una historia coral, interesante, en el que los grandes héroes de este “nuevo mundo” ocupaban sus lugares.
Y en el próximo post… ¡Inferno!