Al mencionar los grandes fiascos electorales no es fácil encontrar a los verdaderos responsables. Sobre todo al considerar los casos de claros ganadores que terminaron perdiendo de forma aparentemente inexplicable.
Algunos alegan enormes fallas en las encuestadoras, declarándolas poco fiables para predecir los resultados electorales. Un nuevo ejemplo son las elecciones de ayer en Portugal, donde las encuestas no fueron capaces de acertar la contundente victoria del Partido Socialista y su mayoría absoluta.
Mientras que otros dejan al descubierto que la intención de voto es un tema realmente personal, y que el voto protesta juega un papel fundamental en los procesos actuales. Lo más osados que levantan la bandera del fraude electoral. Aquí algunos ejemplos para que valore el lector lo ocurrido:
Hilary Clinton - Estados Unidos
La carrera por la Casa Blanca tenía a la demócrata claramente por delante del polémico Donald Trump. Las mediciones conservadoras le otorgaban hasta un 80% de probabilidades de ganar las elecciones a la presidencia en el 2016. Mientras que las más optimistas pronosticaban el triunfo de Hilary con una certeza por encima del 95%.
Los resultados dejaron a muchos expertos sin palabras y con cientos de factores que considerar para explicar la victoria del partido republicano. Incluso habiendo sacado 2 puntos porcentuales más en el conteo general, el sistema de votos electorales favoreció la elección de Trump con un amplio margen.
Hasta la fecha, las empresas demoscópicas apuntan a un error en la interpretación de la muestra de encuestados. En la cual se presume que han favorecido el voto del americano instruido y de grado profesional. Y al mismo tiempo, han menospreciado a los votantes de la fuerza obrera.
Otros analistas han optado por señalar que los encuestados no expresaron su verdadera intención de voto por miedo a ser señalados. Mientras que las teorías de fraude y manipulación de la propaganda electoral fue un argumento innovador. Al punto de convertirse en el eje central de documentales y libros.
Esquerra Republicana de Cataluña - España
Los fiascos electorales no solamente se producen a nivel individual, tal como lo comprobaron las bases del ERC en las elecciones parlamentarias catalanas de 2017. Tras ser nominados por diferentes medios de sondeo a ser ganadores, solo pudieron alcanzar el tercer escalón en el conteo de votos.
En medio de unas controvertidas elecciones que debieron ser adelantadas, ERC se mantuvo a la cabeza de las encuestas. Con pronósticos que le otorgaban entre 7 y 13 puntos porcentuales de ventaja, pero que en la práctica no resultaron tan favorecidos.
Los resultados tomaron por sorpresa a más de uno, cuando el conteo final dio al partido de Ciudadanos la mayoría en el parlamento con una ventaja de casi 4 puntos. Resultando además que Juntos por Cataluña en el segundo lugar y ERC se tuvo conformar con el tercero.
Aunque las diferencias entre las tres fuerzas políticas fueron bastante reducidas, no se pasó por alto un fallo tan significativo en los sondeos electorales previos. Trayendo como resultado coaliciones parlamentarias posteriores, para otorgar el triunfo al representante de Juntos por Cataluña en las elecciones del presidente de la Generalidad.
Andrés Arauz - Ecuador
Uno de los casos más recientes de grandes fiascos electorales en Latinoamérica se dio en las elecciones presidenciales de Ecuador para el año 2021. Teniendo como contendientes principales a Andrés Arauz, el candidato del progresismo y a Guillermo Lasso del Movimiento CREO.
Cualquier analista hubiera asegurado el triunfo de Arauz, tras liderar la primera ronda de votaciones con 13 puntos porcentuales por encima de Lasso. Además del estrecho margen entre el segundo y el tercer lugar que ocupó Yaku Pérez, representante de la izquierda y del movimiento indígena (incluidas numerosas llamadas de fraude que indicaban que Lasso hubiera quedado por detrás de Yaku).
Pues, todo parecía indicar que al quedar Pérez fuera de la segunda vuelta, gran parte de sus votos pasarían a estirar la ventaja del candidato correísta. Situación que no ocurrió, y en la elección final Lasso remontó y obtuvo la mayoría para ser elegido como presidente de Ecuador.
Los informes especializados resaltan un descontento general por el deterioro de condiciones económicas durante el paso de Lenín Moreno. La postura de los electores era clara: acabar con la violencia, lograr justicia social y mejoras significativas para la economía. Un cambio profundo y verdadero, que si bien estaba en armonía con la propuesta de Lasso y Yaku, no se asociaba a Arauz. Y sobre todo, el voto del miedo, de que con un nuevo gobierno de izquierda Ecuador no podría salir de la situación en la que se encontraba. El concepto del voto del miedo volvió a tomar fuerza en este caso.
Antonio Álvarez Desanti - Costa Rica
El caso del candidato del Partido de Liberación Nacional (PLN) fue uno de los más sonados en la política latinoamericana. No solo por la clara evidencia de manipulación de encuestas, sino por el gran fiasco en el que terminó su participación.
Según las encuestas, Álvarez Desanti estuvo posicionado con un margen de hasta 20 puntos porcentuales por encima de Fabricio Alvarado del PRN mientras que Carlos Alvarado, el representante del PAC quedaba un poco más atrás.
Pero al finalizar la primera vuelta electoral resultó ganador el representante del partido Restauración Nacional, y como contendiente para la segunda vuelta al del PAC. Con lo cual, al no reunir los votos suficientes Álvarez Desanti quedó fuera de carrera. Fue la primera vez en la historia moderna de Costa Rica que el PLN no pasaba a la segunda vuelta.
Aunque las aspiraciones de Álvarez resultaron un verdadero fiasco, los errores de sondeo no terminaron allí. Pues en la segunda vuelta se repitió parte de la historia al mostrar una consistente ventaja del PRN. Pero que finalmente no se materializó en votos y resultó Carlos Alvarado electo a la presidencia.
Este próximo fin de semana tenemos de nuevo elecciones en Costa Rica, y aunque pareciera que no ocurrirá algo similar, de nuevo el candidato del Partido Liberación Nacional arrancó el proceso con bastante ventaja y de nuevo fue cayendo en los pronósticos de todas las encuestadoras serias, recordando en cierta manera a lo ocurrido hace 4 años. Por si fuera poco, a pocos días de la contienda, sigue siendo el voto indeciso el que presente el mayor respaldo 🙁
¿Fallan las encuestas, fallan los candidatos o se oculta el sentido del voto?
Los pronósticos de las elecciones, que inicialmente eran considerados una valiosa fuente de información para los candidatos, han cambiado de utilidad. Por lo menos, es la percepción que se ha generado con los incidentes y fiascos electorales que han quedado en evidencia. ¿La gente no dice lo que piensa? ¿la metodología demoscópica no es correcta? ¿no hay investigaciones serias?
Ahora utilizadas en la estrategia de campaña para promover la teoría del arrase o caballo ganador, y en otros como resultado de una pésima selección de la muestra estudiada. Debemos considerar que siempre es posible que el pronóstico no coincida con la realidad debido al porcentaje de error.
O tal vez, que estemos ante una nueva forma de elección en la cual los electores se reservan celosamente su intención de voto. Donde se promuevan campañas reales y verdaderos esfuerzos de los candidatos para evitar ser parte de los grandes fiascos electorales.