Parte del monólogo final de M, el vampiro de Düsseldorf (1931), de Fritz Lang.
"Tengo...Tengo que circular por las calles, huyendo constantemente. Hay alguien que me persigue... Y ¡soy yo mismo!; me persigo...en silencio...pero yo le oigo, sí...A veces me parece que yo mismo corro detrás de mí y quiero, quiero escapar de mí mismo, pero no puedo, ¡no puedo escapar! ¡He de continuar mi camino porque si no me alcanzará! Tengo que correr, ¡correr!, por calles sin fin, y ¡quiero, quiero escapar! Y detrás de mí, corren los fantasmas de las criaturas... nunca se apartan de mí, ¡nunca! Siempre están ahí, ¡siempre! ¡siempre! ¡SIEMPRE!....Sólo tengo una solución...Matar...(...)"