Escena crucial de París, Texas (1984), de Wim Wenders, donde hay un monólogo emocionante del personaje de Harry Dean Stanton en los últimos cinco minutos:
"(...) Y por primera vez, deseó estar lejos de allí...Deseó estar perdido en un vasto país donde nadie le conociera; algún sitio sin gente... ni calles...Soñó con ese sitio sin conocer su nombre; y cuando despertó, estaba ardiendo. Había llamas azules quemando las sábanas; corrió a través de las llamas hacia las únicas personas que amaba, pero se habían ido. Sus brazos estaban ardiendo; se lanzó fuera y rodó sobre el suelo mojado. Luego corrió; nunca miró atrás hacia el fuego, sólo corrió...corrió hasta que el sol salió y no pudo correr más. Cuando el sol se ocultó, corrió otra vez. Durante cinco días corrió así, hasta que todo signo humano desapareció"