"(...) Porque aquél que hoy vierta su sangre conmigo, será mi hermano, pues por muy vil que sea, este día ennoblece su condición, y los caballeros ahora en sus lechos de Inglaterra se considerarán malditos por no estar aquí y tendrán su hombría en baja estima cuando oigan hablar a aquél que haya luchado con nos ¡el día de San Crispín!".