Revista Erotismo

» Grandes Romances: Grace Kelly & Rainiero de Mónaco.

Por Gcdmartinez @libro_en_blanco

Imagen: Biografías y vidas.

Grace Kelly & Rainiero de Mónaco Grace era la hija de Jack Kelly, un albañil irlandés devenido en constructor multimillonario que había sido dos veces campeón olímpico de natación.

Grace tenía 25 años, había ganado un Oscar y era una de las bellezas más famosas del mundo. En muy poco tiempo se había convertido en una estrella. Grace Kelly había tenido romances con Clark Gable, Ray Milland y William Holden y estuvo a punto de casarse con el diseñador de moda Oleg Cassini. Su gusto por los hombres mayores horrorizaba a su padre.

En la primavera de 1.955, Grace Kelly fue al Festival de Cannes en la Riviera Francesa. Además se encontraba en pleno romance con un antiguo amor suyo, el actor Jean Pierre Aumont. Una tarde, mientras merendaban, ella le dijo que había sido invitada a una sesión de fotos con el Príncipe de Mónaco al día siguiente, pero que no iba a ir porque a esa misma hora tenía un turno en la peluquería.

Aumont se quedó estupefacto:
-- Grace (le dijo), no se puede hacer eso. Él es un príncipe de verdad.

Grace fue a la sesión y los dos charlaron y se sintieron atraídos. Al volver a los Estados Unidos, el romance con Aumont terminó y Grace y Rainiero comenzaron a cartearse con el Padre Tucker como mensajero del amor.

En una visita a los Estados Unidos, Rainiero describió a su mujer ideal: “La veo con el pelo largo flotando en el viento, del color de las hojas otoñales. Sus ojos son azules o violetas, con rayas doradas”.

Mientras tanto, Grace comentaba a la prensa: “No quiero casarme con alguien que se sienta disminuido por mi éxito. No podría soportar entrar a un restaurante y escuchar al maitre llamando a mi esposo Señor Kelly”.

Sólo un príncipe podría igualar o superar la celebridad de Grace Kelly. La relación entre los dos fue una genuina mezcla de razón y pasión. Se necesitaban el uno al otro por razones políticas y publicitarias, pero por sobre todas las cosas se amaban.

Rainiero le dio a Grace un inmenso anillo de diamantes de compromiso. Ella decidió no sacárselo mientras filmaba su última película en Hollywood, “Alta sociedad”.

El casamiento de Grace y Rainiero se convirtió en el primer acontecimiento moderno de sobreexposición en los medios de comunicación. Mónaco se llenó de reporteros.

Los Grimaldi reclamaron un examen ginecológico para ver si Grace podía tener hijos. Kelly estaba muy preocupada porque ese examen además iba a demostrar que ella no era virgen. Rainiero ordenó que el examen se pasara por alto y en aquel momento la prensa no se enteró del asunto.

La boda se concretó el 18 de abril de 1.956. Rainiero diseñó su uniforme para el casamiento, con plumas de avestruz.

A la ceremonia no concurrió ningún miembro de la realeza europea, ya que consideraban a los Grimaldi como una especie de aristocracia menor. Pero los que si asistieron fueron Ava Gardner, el escritor W. Somerset Maugham y Aristóteles Onassis.

Carlota, la madre de Rainiero, fue a la fiesta con René Girier, un conocido ladrón de joyas. Durante la semana previa a la boda desaparecieron las joyas de varios invitados entre los que se encontraba la madre de Grace Kelly. Todas las sospechas cayeron sobre el joven acompañante de Carlota, pero nunca se pudo comprobar nada.

El 23 de marzo de 1.957, nueve meses y cinco días después de la ceremonia, nació su primera hija, la Princesa Carolina y el 14 de Marzo del año siguiente, nació Alberto, poco tiempo después Estefanía.

La historia de este cuento, por desgracia, no tuvo un final feliz.

Fuente: Fortune City.

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