Grandes roseros: la Reina Margarita de Dinamarca

Con motivo de su setenta cumpleaños, la Reina Margarita II de Dinamarca ha ofrecido una serie de entrevistas a lo largo del último año, abarcando los temas más diversos: aficiones, vida familiar, vida institucional, etc.. Conocía su afición por el bordado y la costura, con gran derroche de creatividad y colorido. Pero, para mi sorpresa, la Reina ha resultado ser toda una jardinera:

Heredé de mi madre esta afición. Gracias a la Reina Ingrid supe que este oficio podía ser emocionante. Desde pequeña ambicioné crear jardines tan bellos como los suyos. Pero yo no tengo ni por asomo las habilidades de mi madre. Me da pena que algunos de los jardines que heredé de ella no reciban la misma atención que cuando la Reina estaba aquí.

Y, en especial, es una rosera de pro:

Las rosas que cultivo en mi jardín son las que más me gustan. Debo confesar que hay muchas rosas cultivadas que no me convencen. No tienen aroma y son demasiado rígidas. A veces parece que se les puede quitar el polvo.

En el palacio blanco de Marselisborg (Jutlandia-Dinamarca) ha recuperado 18 hectáreas de jardín al estilo inglés. Sobre la rosaleda, comenta:

Según los expertos, tenemos una rosaleda muy especial y se nos distingue como un jardín precioso en Europa. Muchas de nuestras rosas fueron creadas por Valdemar Petersen, propietario de Löve. La familia no sabía si su vivero se cerraría cuando muriese, así que me preguntaron si me interesaría traer toda la colección. Querían asegurarse de que no se perdería. Plantamos cientos de especies de antiguas rosas. Antes sabía muchos nombres de memoria. Ahora, las reconozco cuando leo los carteles. En un día agradable como éste se puede oler su aroma. Y un día caluro de verano, su esencia impregna el aire. Me encanta, y si estoy en el castillo de Marselisborg, paso mucho tiempo aquí. Tengo muy buenos recuerdos de este lugar. Cuando éramos niños, veníamos a pasar las vacaciones con nuestros abuelos, paseábamos en una barquita por el lago y nos empapábamos. Entonces, los veranos eran mucho más cálidos.

Preguntada acerca de su flor favorita, responde:

Cada época tiene su flor. Cuando las margaritas se convierten en crisantemos, ya no resultan tan interesantes. Lo que me llama la atención son las combinaciones de colores vivos. Es fantástico poder poner tu poque, pero tampoco hay que empeñarse en poner color a toda costa. Lo importante es la armonía. En mis arreglos florales busco un estilo muy natural. De la jardinería japonesa he aprendido el equilibrio, a quitar de la flor la parte que no tiene función en el arreglo y a distinguir los elementos que puedo usar.

Créditos: La entrevista ha sido realizada por Roger Lundgren. Las fotografías son de Stig Nielsen y Henrik Bjerg.
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.