Gratis no trabajo, ¿y tú?

No quería escribir esta entrada del blog de Araceli enfadada. En caliente se pueden decir burradas de las que luego arrepentirse. Por eso decidí esperar unas semanitas a que se me pasara. Porque no sé tú, pero yo gratis no trabajo. Y en los últimos tiempos me he visto en un par de situaciones sobre este tema que me han soliviantado un poquito.

Lo que ocurre es que el periodismo y la comunicación corporativa no se valoran. Si para mí aún es complicado poner precio a mi trabajo, ya me puedo imaginar para el resto… En especial para quienes creen que el asesoramiento, las estrategias, las soluciones, la redacción especializada y los contactos surgen de la nada. Por ciencia infusa. Y las dos carreras, el máster, los idiomas y la experiencia laboral, bah, no tienen nada que ver. Cualquiera puede hacer este trabajillo.

Pero verte en los medios mola

Resulta que te gusta ver que la actividad de tu organización se publica en los medios de comunicación. Que lo que hacéis, se vea. La comunicación la llevas tú mismo y envías lo que tú llamas notas de prensa a los medios, cuando tienes tiempo, sobre un acto que fue la semana pasada. Total… si copian y pegan. Aunque quizá todavía no has entendido por qué algunos periódicos no te hacen caso.

Y también está guay tener contactos en los medios de comunicación. Conocer a gente, poder llamarles, atenderles, proponerles temas, enviarles comunicados y que los tengan en cuenta para sus informaciones. Quizá tampoco entiendes que una agenda forma parte del valor del profesional de la comunicación y la pides como si nada. Total… si es una base de datos.

Pues nada de eso, queridos lectores del blog de Araceli, es gratis. Tampoco planificar y publicar en redes sociales, hacer fotos, cubrir eventos o actualizar contenido en las webs. Tienen su esfuerzo, requieren destreza, conocimientos y tienen su coste. Y debes saber que regalarlo nos hace un flaco favor tanto a quienes nos dedicamos a ello como a los clientes que sí valoran el trabajo de los profesionales de la comunicación.

Por eso, yo gratis no trabajo. Tú tampoco, ¿no?

Ahora que me leo, igual un poco enfadada sí que sigo…