Grave gravidez
Cuando se viven situaciones como la que aconteció esta tarde en mi consulta y que paso a comentaros, se pueden alcanzar a comprender, nunca a justificar, la actual y preocupante medicalización social o la excesiva, pareja y consecuente, presión asistencial.
Recibí a un joven matrimonio con mi habitual cordialidad...
-. Buenas tardes... Díganme, en qué puedo ayudaros? -. Verá Ud, doctor -me dijo la mujer- el otro día y después de algún retraso, me hice la prueba del embarazo y dió positiva...
-. Bien...!?
-. Y me fui directamente a Urgencias!
-. No entiendo, por?
-. Es que pasan tantas cosas...
-. Si, pero hasta que no se demuestre lo contrario: el embarazo no es una enfermedad... Dime... te dijeron algo en Urgencias?
-. No, que era pronto para hacer nada y que viniese a mi médico de cabecera.
-. Claro. No debes preocuparte, mujer... Te pondremos en manos de la Matrona y del Obstetra. A partir de ahora tendrás que visitarnos con alguna periodicidad. Verás como todo irá bien.
Al despedirnos, tras una larga y amena conversación...
-. Algún consejo más, doctor?-. Sí, sólo uno más: que te liberes de tus angustias y vivas estos momentos con la ilusión que les corresponde.
Mientras salían no pude evitar la ironía, la que suscité al imaginar que el término gravidez quizá provenga de gravedad...