JAMES CAMERONGravity es la mejor película del espacio que jamás se ha hecho
El cine como excelencia, como término de algo grande que a menudo se queda en un logro inexplicable de belleza artística. El cine como experiencia, como emoción, como síntoma que provoca las sensaciones más oscuras e impenetrables de nuestro código. El cine, como vida y expresión, como lógica aplastante de la realidad sumida en el intrigante artilugio de lo falso. Es cine, en su máxima, lo que vemos en Gravity.
La historia está repleta de historias que deberían acongojarnos, de mantenernos expectantes como si esa vez que pisamos el cine, la enésima, parezca la primera. No pasa. No a menudo. No tanto como nos gustaría. Gravity es una película que te coge por el pecho y no te suelta, que te mantiene en vilo, te hace inclinarte hacia la pantalla como si creyeses estar viviéndola tú mismo. Quizá sea porque, como dice James Cameron, estamos ante la mejor película sobre el espacio jamás hecha, y no se trata sólo de la historia, sino cómo está contada.
Uno va a ver esta película con las expectativas demasiado altas, y aunque cumple, y las supera, no llega a la perfección. Se cree que por crítica y público considerarla la mejor obra de 2013, el guión tiene que ser una virguería jamás vista antes. Y no. Ni mucho menos. No estamos hablando de una complejidad de viajes en el tiempo y el espacio, de guerras intergalácticas, de seres que no sabemos si existen o no. Estamos hablando de que Gravity te mantiene pegado al asiento con la boca abierta babeando las palomitas sin dejar un sólo momento la absoluta normalidad.
No puede ser en absoluto fácil escribir este guión, y me imagino a los Cuarón debatiendo día a día en la cena si este conflicto u este otro funcionan. Es el guión, precisamente, donde encuentro lo único negativo de la película. Lo que mejor funciona, sin duda, es la búsqueda de ficcionar lo menos posible el hecho de que dos astronautas, tan comunes como tú y como yo, puedan vivir esa experiencia. Creo, y creo que creo bien, que Gravity es una película sobre la aceptación de tu propia muerte, y es curioso, porque en diferentes lecturas se ha dado como principal objetivo de la historia la superación de Ryan Stone (Sandra Bullock).
La subtrama de Ryan, porque no deja de ser algo secundario, parece metida con calzador, y un calzador cualquiera, porque no encaja del todo bien. Sí hace falta un conflicto personal en el personaje, pero se hace tan evidente la excusa que obviamente no han escogido bien. Principalmente porque un astronauta no puede estar deprimido, y a pesar de que su invento, suyo y de nadie más, es lo que le ha hecho poder llegar al Explorer, no pasarías las pruebas.
El conflicto de Ryan es una excusa para uno de los momentos más emotivos del film, ese momento de debilidad después del caos, ese momento de total incapacidad en la que se rinde. Sí, sin su conflicto no podrían llegar a ese momento, por el cuál creo que han decidido apostar por el trauma y no por algo más sencillo. Creo, de verdad, que un trauma así es irresoluble, por lo que no creo que la doctora Stone consiguiese llegar a ese final.
¿Por qué de Ryan Stone lo sabemos todo, y no sabemos nada de Matt Kowalski (George Clooney)? Puede que la brillantez con la que está hecha la película, me haya hecho buscar nimiedades que quizá no tengan realmente importancia. Quizá.
Es realmente elegante y meticulosa, sobria y con una pizca de locura. Minimalista dentro del caos. Es una película que va a pasar a la historia, y estoy seguro que dentro de unos años la valoraremos con más neutralidad. Es obvio que Alfonso Cuarón ha dado un vuelco a una industria sumida en el pan sin miga. Se está dando prioridad a una banalidad total del cine, y es por ello por lo que esta película roza el 100% de la opinión positiva.
Lo emocional y la experiencia sensitiva nunca se habían llevado a un nivel tan alto, prima lo sensorial en una gravitatoria realidad. Sea la aceptación de tu propia muerte como mensaje o la lucha de una mujer ante su trauma, ya no es que sea la mejor película sobre el espacio jamás hecha, es una de las mejores películas jamás rodada.
Extra: No entiendo que en una película donde Dios debería tener protagonismo nulo, se le acabe rezando y finalmente dándole las gracias. Redención ante lo inverosímil, seguramente para tener a los católicos contentos.
♫ Aningaaq - Steven Price - Gravity OST ♫