¿Hay algo peor que una guerra? La directora de bosnia, Jasmila Zbanic , parece decir que sí: la posguerra. Y lo prueba con Grbavica, la ópera prima con la que ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2006. Ambientada en un suburbio de Sarajevo Grbavica describe, con un puñado de pinceladas certeras, a qué se parece la vida cotidiana tras un conflicto como el que desgarró a los Balcanes en los años noventa.
Los cadáveres se exhuman a diario y se identifican por un reloj, un par de botas o una dentadura. Hay racionamiento de alimentos, los negocios están en manos de la mafia y los que alguna vez fueron estudiantes universitarios, sobreviven, hoy, como matones a sueldo. Las heridas siguen abiertas en Grbavica, ex sede de un campo de prisioneros, donde las torturas y las violaciones eran moneda corriente.Esma, la apocada protagonista del film, lleva su propia lastimadura en secreto, mientras la disfraza de fantasías épicas lidia sola con la educación de una hija adolescente. Es una epopeya, cotidiana sí, pero epopeya al fin y Jasmila Zbanic la filma con perspicacia y sutileza, sin dramatizar pero sin limar sus asperezas, siguiendo las huellas tenues de un enigma que recién se revelará sobre el final.Retrato de una madre y una hija en carne viva, Grbavica, es una película sobre el horror después del horror, la crónica de un presente habitado por un pasado monstruoso, el inventario preciso pero nada tremendista de las marcas que la guerra deja en una familia. Ausencia, deudas, humillación, miedo y, sobretodo, vergüenza. Presentación realizada por Alan Pauls el 30 de junio de 2010 en el cicloEl mundo en guerra en Primer Plano I.Sat.Transcripción del siguiente enlace audiovisual:https://vimeo.com/12296320