Grecia entrará en suspensión de pagos

Las bolsas occidentales rebotaron ayer con fuerza, apoyándose en los positivos datos macroeconómicos publicados en China y en las expectativas de que el Eurogrupo alcanzara un acuerdo para solucionar la crisis de deuda griega.
Los datos de producción industrial y de ventas minoristas de mayo dados a conocer en China superaron las estimaciones, lo que sirvió para alejar, de momento, la posibilidad de que esta economía se ralentice más de lo esperado. La tasa de inflación, sin embrago, a pesar de cumplir con lo anticipado por los analistas, volvió a subir, lo que llevó a las autoridades monetarias del país a volver a incrementar el porcentaje de reservas obligatorias a las entidades de crédito que operan en el país, decisión que estaba más que descontada por los mercados y que no tuvo los negativos efectos en ellos de otras ocasiones.
El hecho de que la actividad en China siga fuerte sirvió de “excusa” a los inversores para volver a apostar por la renta variable, aprovechando que muchos valores, tras los recortes de los últimos días, mostraban claros síntomas de sobre venta. También “jugó” a favor de las bolsas la reunión extraordinaria del Eurogrupo, en la que se esperaba que se alcanzara un principio de acuerdo para la elaboración de un segundo plan de rescate para Grecia. Estas expectativas, como ahora analizaremos, no se cumplieron, pero para entonces los mercados de valores ya habían cerrado.
Así, al término de la jornada los principales índices bursátiles occidentales cerraron con fuertes avances, liderados por el comportamiento de sectores que como el bancario o el tecnológico habían sido muy castigados recientemente. Sin embargo, mucho nos tememos que la alegría va a durar poco. Hoy, y tras no haber sido capaces los miembros del Eurogrupo de alcanzar un acuerdo para elaborar un nuevo plan de rescate para Grecia, los mercados de valores europeos van a abrir a la baja, cediendo gran parte de lo ganado ayer.
Las posturas en el Eurogrupo siguen muy enfrentadas, con Alemania, apoyada por Holanda, defendiendo la participación del sector privado, bancos y aseguradoras, en el nuevo rescate a Grecia, y el BCE, apoyado por, entre otros países, Francia, defendiendo que, en todo caso, la participación del sector privado sea voluntaria para impedir que se considere la misma como una suspensión de pagos de Grecia, e impedir así un posible contagio – el futuro presidente del BCE, el italiano Draghi, se mostró ayer muy claro a este respecto.
Creemos, no obstante, que para las agencias de calificación crediticia, decida lo que decida el Eurogrupo, Grecia entrará en suspensión de pagos. De momento, y hasta que los miembros del Eurogrupo vuelvan a reunirse el próximo domingo día 19 de junio –la fecha límite para llegar a un acuerdo es el día 20 de junio-, los mercados de valores van a estar lastrados por este tema. A pesar de todo lo dicho, seguimos convencidos que al final se alcanzará un acuerdo satisfactorio para todos, aunque sólo sea una nueva “patada hacia delante” que permita ganar tiempo. Entendemos, por ello, que hay que mantenerse expuesto en cierto grado a la renta variable para aprovechar la reacción positiva que esperamos tengan las bolsas cuando ello ocurra.
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