Salíamos muy temprano del apartamento que teníamos alquilado en Corfú para dirigirnos al puerto y embarcar en una excursión de diez horas. Todo un día para disfrutar de las islas de Paxos y Antipaxos.
Así que a las 830h ya estábamos dando vueltas para localizar la embarcación de la compañía que salía a las 9h en punto. Entramos enseñando nuestros billetes y buscamos un lugar tranquilo en la proa que disponía de tumbonas delante de la cabina del capitán.
Partimos de Corfú dejando las murallas de la ciudad atrás. Disfrutamos del sol y de la brisa del mar y paramos en el puerto de Lefkimmi, en el sur de la isla para recoger a más gente.
Finalmente después de más de dos horas de trayecto, llegamos a las Cuevas Azules, en Paxos. Eran unas grutas espectaculares, pudiendo adentrarnos con el barco viendo la magnitud de sus cavidades erosionadas por el agua y el viento, además de apreciar el intenso azul de sus aguas. Espectacular!
Seguimos hacia Antipaxos, un paraíso natural para disfrutar del mar. Como no había puerto, el barco se aproximó lo que pudo hacia la orilla. Estuvimos disfrutando del buceo y del baño lanzándonos desde el barco por una puerta abierta al mar. Qué gustazo!
Continuamos hacia Gaios, la capital de la isla de Paxos cruzando un canal que se asemejaba a un pequeño fiordo, donde entran los barcos para atracar.
Es un camino precioso que te dirige al centro del pueblo donde se encuentran las casas de estilo veneciano pintadas de colores formando una larga hilera junto al puerto.
Paramos unas dos horas para visitar la capital. Así que buscamos un lugar para comer y fuimos al Restaurante La Vista, muy apropiado porque la vista desde aquí era increíble. Pedimos unos spaguettis con gambas y albóndigas con tomate. Para beber, vino rosado de la casa.
Gaios en un lugar tranquilo y enfrente podemos ver el islote de Agios Nikolaos que contiene un molino de viento y las fortificación veneciana de San Nicolás.
Nos adentramos paseando por las calles de piedra viendo la Iglesia de Los Santos Apóstoles, además de tiendas de souvenirs, restaurantes, etc.
Volviendo hacia el puerto y paseando por la costa llegamos hasta una playita con una escultura de un joven que había luchado con los turcos.
Finalizando nuestra jornada dirigiéndonos hacia el barco después de haber disfrutado de estas magníficas islas tan cercanas a Corfú y que merecían la pena visitar.