Revista Cine
Director: Peter Farrelly
Sí, lo de los últimos Oscars fue vergonzoso. Vergonzoso me parece que, por mencionar una cosa, la calidad de una película y su apreciación dependa del color de piel de sus creadores (o de sus personajes), lo cual no es para nada racista. Vergonzoso me parece que se diga que, poco menos, alguien blanco no pueda reflexionar o narrar historias en donde la problemática racial esté presente, lo cual tampoco es racista. Vergonzoso que todos hagan notar que un montón de gente blanca está recibiendo el Oscar, como si fuera malo ver tanta gente de cierto color reunida, lo cual ciertamente tampoco es racista. Que se haya tratado a Octavia Spencer, productora ejecutiva de la presente película, como felpudo o trapero por haber subido con todos esos hombres blancos al escenario, lo cual no es racista ni mucho menos misógino. Vergonzoso que Spike Lee, sujeto cuya última película, de una autocomplacencia y condescendencia supremas, haya armado tanto escándalo por el triunfo de unos colegas como si él tuviera la última palabra sobre el asunto (más vergonzoso sería que se sienta insultado por el humor de "Green Book", como si en sus películas los personajes tampoco hicieran gala de sus flamantes prejuicios sobre "los otros"). La gente en Twitter, que apenas mira películas salvo las que le mete Netflix por el culo, da una vergüenza ajena tremenda e inconmensurable, pero eso no es sorpresa alguna (estoy seguro que más de la mitad de toda esa chusma jamás escuchó hablar ni mucho menos vio "Crash" hasta que esa noche todos empezaron con "oh, 'Green Book' es la nueva 'Crash'", porque eso fue hace demasiados tiempo, casi una eternidad: ¿quince años?). Y el listado podría continuar, porque cuando los gringos quieren hacer el ridículo, vaya que le meten ganas y en eso son campeones mundiales, contaminando al resto del mundo de paso. Y, por último, vergonzoso el elitismo detrás de quienes despotrican en contra de aquellos que gustaron de esta película, tildándolos de ignorantes desde sus, cof cof, smartphones.
Lo cierto es que este año los Oscars daban pena y de su principal categoría yo salvaría ésta y "La favorita" (que no he visto, pero la destaco de todas maneras), y las demás al agua (¿una dirigida por Bradley Cooper?, ¿una de Marvel?, ¿el superfluo e inocuo entretenimiento para-gente-de-twitter de Spike Lee?, ¿el concierto ficticio grabado de una banda de música?, ¿la semblanza de un niño de clase alta?), por lo que el premio de "Green Book" no es tan terrible si es que nos enfocamos, aunque sea raro en estos tiempos, estrictamente en los méritos narrativos.
Por lo demás, aunque defienda esta película, tampoco digo que sea una maravilla o que sus creadores sean unos genios y unos panes de Dios, como decía mi bisabuela sobre ciertos nietos predilectos. "Green Book", ante todo, es honesta, o al menos no intenta engañar ni embaucar ni aleccionar a nadie. White savior narrative las pelotas; si tanto les gusta esa falacia la pueden usar de supositorio, al menos la satisfacción que sentirán será "más real", ¿y que esperan?, ¿que todos los blancos racistas dejen de ser racistas ante la dignidad del negro?, ¿cómo se supone que traten a un negro en el sur profundo y quién se supone que lo defienda, otro negro? (Aunque hay que tenerlas bien puestas para que un blanco le diga a un negro que "él es más negro que el negro", pero vamos, es parte de la historia). Esta película es sobre dos personas, dos individuos, que se conocen, y cuya travesía, claro, se ve ensuciada y golpeada por el cáncer del racismo, por la hipocresía de la gente, de los diletantes, y las contradicciones que palpitan en todas las personas, porque a veces la diferencia de clases pareciera pesar más que cualquier otra cosa. ¿Y qué problema hay en que una persona aprenda de otra persona, sea uno blanco o negro o café y el otro café o negro o blanco?
En fin, la película es buena, está bien narrada y dirigida (por Peter Farrelly nada menos, el mismísimo de "Loco por Mary" o "Amor ciego" o "Tonto y retonto"), impecable realización, y ya digo, fundamentalmente es sobre dos personas que se conocen, que comienzan una amistad a la cual se opondrán muchas barreras (¿y si, más que uno blanco y otro negro, nos enfocamos en uno rico y educado, y el otro de clase media baja con educación incompleta?), barreras cuya inmensidad dependen de la pequeñez de cada individuo. Y, cómo olvidarlo, en palabras simples: Mahershala Alí y Viggo Mortensen están sensacionales y magníficos, como no puede ser de otra manera teniendo semejantes actores.
Adelante, no tengan miedo en verla, estoy seguro que del visionado no saldrán convertidos en fanáticos de extrema derecha...