- Hay preguntas pertinentes e impertinentes: las segundas siempre las formulan los abogados defensores.
- Aquellos hombres que se sientan en el banquillo parece que están jorobados.Y es verdad.
- En la Sala de Vistas, por la noche, se sienten ruídos como si en ella operara un ladrón; pero cuando llega el día, el Portero respira: faltan las plumas y la tinta, pero está en su sitio la campanilla.
- Los ratones de los Archivos de la Audiencia creen que los escribientes son pasteleros y se comen las causas como nosotros los hojaldres.
- Los ladrones piensan que los objetos no son de nadie sino de sí mismos, y pensando esto descansan.
- Lo que más le duele al condenado a muerte es no poder terminar de contar sus últimas horas y el efecto que le produjo la argolla.
- Todos los presos en sus sueños tejen cuerdas ideales.
- Cuando la mujer del Fiscal pregunte por la edad del niño, responde el padre dos años, cuatro meses y un día.
- A ese pobre viejo le acusan de abusos deshonestos.¿Cuánto daría él porque le acusasen de violación?
- De la violación de niñeras siempre es autor un Soldado. De la corrupción de menores, un Chófer.
José EspinaAgora, Córdoba, 21 de Septiembre de 1935