Nace en Madrid el día 19 de Mayo de 1887, en el seno de una familia compuesta por D. Manuel Marañón, jurista natural de Santander y Dña. Carmen Posadillo, de Cádiz.
Viene al mundo junto a un hermano gemelo que falleció a los tres meses, mas tarde perdería también a su madre en la complicación del parto de un nuevo hermano, contaba entonces tres años de edad. «Tal vez esta trágica circunstancia vital forjaría su sobrenatural valoración del tiempo y la vida».
Los cinco hijos crecieron alrededor del padre y se trasladaron a vivir con su abuela y tía materna, alternando los inviernos en Madrid y los veranos en Santander, donde conoció al círculo de amigos próximos a su padre, especialmente Menéndez Pelayo, Pereda y sobre todo Pérez Galdós, que influyó notablemente en su personalidad, pues le inculcó el amor a Toledo, desde cuyo Cigarral escribiría la mayor parte de su obra y parece que encauzó de forma decisiva su destino profesional hacia la Medicina.
Su actividad dentro de la sociedad, esta marcada por los dos grandes ejes de su personalidad: la generosidad y el deber, y los de su generación: el espíritu de sacrificio y la pasión, lo que le llevó a implicarse, como a una gran parte de intelectuales, en el destino de España.
Su prestigio como médico le valió para sensibilizar y convencer al Rey Alfonso XIII a fin de realizar un viaje conjunto, “a pie y a caballo”, a la región mas mísera de España: Las Hurdes, lo que significó mejoras sociales inmediatas y el final de muchas enfermedades endémicas.
Se mostró contrario a la dictadura de Primo de Rivera y fue encarcelado por estar acusado falsamente de participar en una conspiración para derrocarla (durante ese mes tradujo «El empecinado» ), mas tarde se implicaría junto a Ortega y Gasset, Machado y Perez de Ayala en la llegada de la segunda Republica, con la creación de la Agrupación de intelectuales de apoyo a la misma, si bien ante la deriva y el caos social que aconteció posteriormente, condenó públicamente los atentados y la quema de iglesias, disolviéndose.
Mantuvo en todo momento, desde su compromiso con la dignidad humana, una actitud crítica hacia los excesos de ambos bandos en el drama de la la guerra civil, lo que puso en grave peligro su vida.
Durante su exilio por Francia y los países iberoamericanos dio numerosas conferencias, y multitud de artículos en prensa.. en este periodo así mismo verían la luz nuevos libros, entre ellos el mas importante de Medicina: «Manual de diagnostico etiológico».
A su regreso del exilio y arropado por su prestigio universal prosigue la actividad profesional: se reintegra discretamente a la vida académica y social «sin renunciar a su profundo liberalismo» y cultiva de forma fecunda casi todas las ramas del saber.
«El escudo con el que yo soñaría: el fin no justifica los medios» *G. Marañón.
Su radical vitalidad hace que nada de cuanto le rodea le sea ajeno, además de su dedicación en «cuerpo y alma» a la Medicina, escribe sobre casi todo: historia, arte, la cocina, el vestido, el peinado .. etc.
Y analiza en sus obras, con un genero literario singular e inédito «ensayo biologico«, las grandes pasiones humanas a través de personajes históricos, y sus características psíquicas y fisiopatológicas: la timidez en su libro «Amiel» , el resentimiento en «Tiberio», el poder en «El Conde Duque de Olivares», la intriga y la traición en «Antonio Perez, uno de los hacedores de la leyenda negra española , el «donjuanismo» en «Don Juan», etc..
Es admitido y colabora en 5 de las 7 Reales Academias españolas, asiste a espectáculos.. y viaja, se puede decir que no hay punto de España que no haya sido pisado por su pie o posado por su pluma.
Su intensa y fecunda vida le hace autodeclararse «trapero del tiempo».
«Su legado universal está en gran medida, aun por descubrir». (*JfJB.)
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