Manifestantes frente al Congreso Nacional
Cuando hablamos de “gresca” estaríamos hablando de una gran riña y si la situamos dentro de un conventillo, le estamos dando una dimensión propia de un lugar de común acceso para el más variado tipo de personas. Es decir ” La Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina” que hoy en ocasión del tratamiento de apuro de la reforma previsional que pretende implementar el gobierno de honorable no tuvo nada, pues no faltaron gritos, empujones, escupitajos, puteadas, mas gritos, entre los celosos defensores de los intereses del pueblo con el acompañamiento fuera del recinto de manifestantes, policías, gendarmes, balas de goma, gases lacrimógenos, prensa adepta y prensa contrera todos amalgamados para conformar un bochorno como pocos que trasciende las fronteras del país y que vuelve a poner a los políticos argentinos en la vidriera de los impresentables. El gobierno que hasta el 24 de octubre pasado navegaba bajo la luna de Valencia al consagrarse ganador de las elecciones de medio término se envalentona, se apresura y para variar “mete la pata”. Nadie desconoce que el sistema previsional está frágil, pero de allí a salir corriendo y tratar de superar esa fragilidad sin un estudio fundado y acordado por todos los actores sociales y políticos involucrados hay una gran diferencia. La oposición está contenta pues cree que ganaron una batalla; el oficialismo se remuerde buscando revancha, y el resultado triste y lamentable es que perdimos todos pues hoy hubo como una especie de involución parlamentaria, tal vez por la baja calidad intelectual de algunos señores Diputados que creen que esto es una cancha de futbol y los triunfos se celebran cantando y saltando como primates, olvidando que ellos representan al pueblo que los votó, no a un equipo de políticos de determinado pensamiento y que sus decisiones son luego convertidas en leyes que pueden perjudicar a millones de personas. Es lamentable pero evidentemente no hemos aprendido nada, o tal vez como decía Borges “Los peronistas* no son ni buenos, ni malos; son incorregibles.” *actual oposición Reladionados Mi tía Gertrudis Sr. Presidente