Revista Economía

Greshit.

Publicado el 15 julio 2015 por Torrens

No, el título no está equivocado, porque hemos pasado de la salida de Grecia, el Grexit, al Greshit, la mierda de Grecia.

Todavía no se sabe cómo acabará la historia, porque mañana jueves termina el plazo de que dispone Tsipras para conseguir que el Parlamento griego apruebe el Greshit, y si no lo consigue podría ser que finalmente ocurriese el Grexit.

Como comentario al Greshit solo tengo tres preguntas y la constatación de hechos que creo que han sido probados de sobras.

La primera pregunta, si se la pudiese hacer, sería para Merkel y su “ejecutor” Schaüble, pidiéndoles que explicasen porque no aplicaron la dureza de condiciones actuales a los acuerdos del 2009, cuando había muchas más razones para ser duros entonces porque se acababa de descubrir que habían estado ocultando su situación de quiebra, y seguiría con una segunda pregunta que exigiría que explicasen como puede ser que después de que ha quedado archiprobado que las medidas que tomaron en el 2009 fracasaron estrepitosamente, porque siendo optimista se puede decir que Grecia está tan mal como en 2009, repiten el esquema corregido y aumentado, sumando además 86.000 millones de Euros a la impagable deuda pública griega, y añadiría una coletilla a estas dos preguntas: la extrema dureza y la repetición de la jugada ¿tienen algo que ver con el hecho que la banca alemana ya tiene riesgos muy bajos con Grecia, y en vez de la banca francesa y sobre todo alemana que eran los principales deudores en 2009, son ahora los socios de la U.E. los que soportan la mayor parte de la impagable deuda griega? ¿No es cierto que la U.E. no ha sido solidaria con Grecia sino con la Banca alemana?. Y nosotros tan felices y contentos por pertenecer a una Unión tan solidaria.

La última pregunta sería para los mismos interlocutores, a quienes pediría si pueden explicar cómo es que siendo el principal objetivo de las políticas basadas exclusivamente en la austeridad, tal como sus propios defensores afirman, la obtención de recursos para poder cancelar la deuda pública, como puede entenderse que en todos los países en que se han aplicado dichas medidas por imposición germana, la deuda, en vez de disminuir, ha aumentado muy considerablemente. En Grecia si se suma la deuda actual, la del nuevo rescate y la que se les perdonó en 2011, la cifra resultante está acercándose al doble de la inicial del 2009, y el caso español es paradigmático, en 2011 cuando se inició la aplicación de las medidas estúpidas nuestra deuda pública suponía el 62% de nuestro PIB, mientras hoy día está en el 100% y cerca, si no lo es ya, de ser tan impagable como la griega.

Grecia está quebrada hace años, nunca podrá cancelar su deuda pública y no dispone de fondos ni para pagar sus gastos corrientes, y sin embargo los cafres de la Catastroika repiten la jugada a mayor presión y peores condiciones en vez de aceptar la realidad y tomar las medidas serias que solucionarían el problema, que pasan por una muy sustancial reducción de la deuda por condonación y un plan muy duro pero serio que recupere al país en vez de hundirlo cada vez más.

Lo del plan serio tiene que ver con los hechos que creo que ya están totalmente probados y demostrados: esta pandilla de cafres no persigue solucionar problemas económicos y financieros en Grecia, sur de Europa o la U.E., sino aprovechar los problemas para continuar con la implantación forzada del liberalismo salvaje.

La desregulación provocó dos grandes crisis económicas en el siglo XX y otra en el siglo XXI, con la diferencia que en las dos del siglo XX, al cabo de mucho tiempo y una guerra mundial, se hecho el freno y la marcha atrás, mientras en la actual del siglo XXI, a pesar de la pasada experiencia no solo no frenan sino que aceleran.

Si os fijáis en las condiciones del Greshit no hay ni una sola dirigida a solucionar el problema real y recuperar el país, mientras todas las condiciones pretenden disminuir la implicación del Estado y la desaparición de leyes y normas que afecten a la actividad económica. ¿Alguien cree realmente que liberalizar las farmacias o que los comercios abran en domingo va a solucionar los problemas de un país en quiebra?.

Lo curioso es que para muchos periodistas, afortunadamente lejos de la mayoría, Merkel es de nuevo la salvadora de Europa. Como José Antonio Zarzalejos que en La Vanguardia del domingo 12 decía que Merkel aplica dos criterios: rigor en el análisis financiero y credibilidad política. Ojala hubiese sido así.

En la reunión que concluyó con el Greshit Mariano Rajoy manifestó rotundamente que no se trataba de una venganza contra Alexis Tsipras, lo que demuestra sin la más mínima duda que el Greshit también es una venganza contra Tsipras.

Por cierto, no me extrañaría nada que el fiasco de de Guindos como Presidente del Eurogrupo fuese una de las pocas condiciones secretas impuestas por los griegos. Es evidente que el gobierno de España está en los primerísimos puestos del odio griego porque el gobierno y partido de Mariano Rajoy actuó en este caso como lo hace siempre que cree que ocupa una posición de fuerza, de una forma que los catalanes conocemos muy bien: prepotencia injustificada, bofetadas, insultos y descualificaciones sin aportar al problema más que, como mucho, una sarta de mentiras. Si no ocupan una posición de fuerza las cosas van de otra manera porque la cobardía es una de sus principales características. Encima y como no podía ser de otra forma el Partido Patraña culpa a Pedro Sanchez, secretario general del PSOE, del fiasco de de Guindos, cuando en realidad no abría podido influir ni queriendo. Se superan día a día.

Para mí está muy claro que hoy el mundo está bajo la dictadura de las grandes multinacionales que nos llevan hacia una reproducción de la sociedad de la Edad Media: grandes señores y servidumbre, y nada más, hasta que el sistema estalle de nuevo por la estupidez y la codicia de la raza humana.


GRESHIT.

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