Revista Cultura y Ocio

Griegos en el Toledo del Siglo de Oro (II)

Por Pablet
Resultado de imagen de Antonio de CovarrubiasDon Antonio de Covarrubias pudo cubrir la vacante dejada por Schott con otro buen humanista flamenco discípulo suyo y único aspirante al puesto, Pedro Pantino, a quien protegía el canónigo García de Loaysa, futuro arzobispo de Toledo y gran bibliófilo. Gracias a Loaysa, de quien fue bibliotecario y colaborador, Pantino llegó a capellán de Felipe II, lo que le permitió consultar los ricos fondos de la biblioteca de El Escorial.
Resultado de imagen de canónigo García de LoaysaPara desgracia del helenismo toledano, Pantino se fue de España como capellán del Archiduque Carlos que iba de gobernador a los Países Bajos. Allí llegó a ser deán de Santa Gúdula en Bruselas, donde murió en 1611 dejando su biblioteca en herencia a su amigo Andrés Schott.
Después de Pantino, la cátedra de griego entró en plena decadencias. El Greco se instaló en Toledo en 1577 y mantuvo una estrecha relación con Antonio de Covarrubias, cimentada en las comunes aficiones. Doménicos Theotocópulos era un buen conocedor del griego clásico y poseía una biblioteca, si no abundante, al menos selecta9, con impresos de ]enofonte, Luciano, Plutarco, Homero, Isócrates y Eurípides, y sentía una profunda admiración por Covarrubias como sabio y como persona .
En una anotación personal a un pasaje de un Vitrubio de su propiedad le califica de ·milagro de la naturaleza•, pues en él se hermanaban no sólo la ·elocuencia y elegancia ciceroniana y el perfecto conocimiento de la lengua griega, sino también una infinita bondad y prudencia·"
Y quien de ese modo se explayaba para uso íntimo está completamente a salvo de cualquier sospecha de adulación interesada.
El afecto respetuoso que el cretense profesaba a don Antonio de Covarrubias parece reflejarse en los tres espléndidos retratos que le hizo: el custodiado actualmente en el Museo del Louvre, el de la Casa del Greco de Toledo que forma pareja con el de su hermano don Diego y el que figura en el "Entierro del Conde Orgaz". En la almoneda de la biblioteca de Antonio de Covarrubias efectuada tras su fallecimiento, el pintor tuvo el detalle de adquirir un Jenofonte impreso con anotaciones de su mano que hoy se exhibe en la Casa del Greco.
En un momento poco oportuno, cuando el pintor atravesaba ciertos apuros económicos, se presentó a mediados de 1603 en Toledo, viejo y achacoso, su hermano mayor, Manusso Theotocópulos que había llevado una vida azarosa muy diferente de la de Doménicos.
Recaudador de impuestos en Creta, corsario durante la guerra turco-véneta, cañoneó por error una nave de Ragusa con un cargamento de galleta para la flota veneciana, por lo que fue encarcelado. Deudor insolvente de la Señoría de Venecia, fue de nuevo metido en prisión y puesto de nuevo en libertad para que pudiera alimentar a sus cuatro hijos y reunir en doce años el montante del débito. Los últimos años de su vida antes de su llegada a Toledo los pasó en Venecia y a España vino huyendo quizá de pagos que no podía efectuar.
Murió en Toledo el 13 de diciembre de 1604, tras haber recibido todos los sacramentos, y fue enterrado en la parroquia de San Cristóbal, vecina de la de Santo Tomé donde residía el Greco10. Con Manusso llegó también un grupo de griegos de la más varia condición.
Todos, sin embargo, compartían esa condición de mendicantes a que una despiadada extorsión les reducía. Era en efecto costumbre de los turcos, cuando cautivaban en corso o metían en prisión por cualquier causa a un grupo de personas, la de soltar algunas para que reunieran de la caridad el importe del rescate que exigían para liberar al resto. Y tanto el Greco como sus familiares se vieron implicados de alguna manera en las pretensiones de sus compatriotas. En el grupo de recién llegados figuraban unos cuantos que no eran griegos sino de otras cristiandades orientales. 
Eran, según la lista confeccionada por Francisco de Borja de San Román 11, los siguientes: ·Yanoda Bayboda, príncipe de Moldavia; Martheros, arzobispo de Santa Cruz de Acta Mar, en la Armenia Mayor; Dionisia Paleólogo, obispo de Aeto (isla de Ítaca), Angelo Castro, obispo de Lepanto; Jerónimo Cocunari, obispo también, se indica en los documentos sin precisar la diócesis; Estephano Jamartho, clérigo, cura de la ciudad de Sarnata en la Morea; fray Sabba de la orden de San Basilio, en el convento de Santa María de la Iberia, de la provincia de Macedonia; fray Niquíforo de la misma orden, en el convento de Nuestra Señora de la Caridad, en la provincia de Lepanto; Jorge Cocunari, gobernador, vecino y natural de la isla de Spiro; Constantino, capitán; Jorge de Atenas; Tomasso Trechello, nacido en Lefcosia (Nicosia), capital de la isla de Chipre; Estado Icónomo y Jorge lcónomo su hijo, naturales de la ciudad de Arta, en la provincia de Lepanto• ..
El primero pretendía rescatar a sus mujer e hijos; Estéphano Jamartho, a su hijo y algunos familiares; Jorge Cocunari, a su mujer y cuatro hijos; el capitán Constantino, a su hijo y algunos marineros; Tomasso Trechello, a su mujer Cebriana y a su hijo Jerónimo Tomás; Miguel Zuquí, a su mujer e hijos; Jorge de Atenas, a seis cautivos. Las intenciones de los religiosos eran parecidas. El arzobispo Martheros quería redimir a algunos clérigos de su diócesis; fray Sabba a seis frailes de su monasterio y los ornamentos de éste que se llevaron los turcos después de destruirlo.
Únicamente se salía de lo habitual Dionisia Paleólogo que, según interpreta San Román, aspiraba a la "restitución de su obispado de Aeta". ·En cuanto a Angelo Castro, Jerónimo Cocunari, Estacio y Jorge Icónomo, los datos son imprecisos., comenta dicho autor13. Por suerte, algunos de los dramatis personae de esta lista son conocidos por otras fuentes.
K. Hassiotis14 ha documentado la estancia en Salamanca en 1603 de fray Sabbas, que después se quedaría de maestro de griego en El Escorial. Don Dionisio Paleólogo es el mismo personaje que elevó una petición de limosna al cabildo de la ciudad de Sevilla que fue leída y discutida el 22 de noviembre de 1602 y ha publicado Juan Gil15.
Se trata del obispo de Acto (no 'Aeto') y Angelocastro (topónimo y no antropónimo) en Lepanto, al cual tras una larga estancia en Roma (nada menos que seis años), protegido por el Santo Padre, le entraron según parece prisas por regresar a su diócesis, ·porque ay peligro que por su ausens;ia su iglesia no se haga mezquita según los avisos que de e llo ha tenido, fuera del tormento que padecen aquellos pobres que salieron sus fiadores, cuyas vidas, personas y almas peligran•.
Pero, eso sí, antes de emprender la vuelta a casa quería recorrer ·diversos lugares de la Christiandad para valerse de la pía ayuda de los príncipes christianos y sus pueblos a fin de poder redemir su Yglesia de las manos de los turcos y los christianos que quedaron en renes (sic) y salieron fiadores en una deuda grosíssima causada sobre su obispado por su antes:essor•. Y como hemos visto, entre los diversos lugares de la Cristiandad donde el obispo Dionisio recabó ·la pía ayuda de los príncipes christianos y sus pueblos• figuraron por lo menos Toledo y Sevilla. De las gestiones realizadas por el Greco y sus familiares a favor de sus compatriotas San Román ha podido documentar algunas.
El pintor y su hijo Jorge Manuel figuran como testigos de la otorgación de una escritura por parte de fray Sabba, de la orden de San Basilio de la provincia de Macedonia, griego conventual en el monasterio de Santa María de Yberia de la dicha provincia· el 7 de enero de 160316 facultando a Demetrio Zuquí, griego residente en Toledo·, para pedir limosnas, en todo el obispado de Cuenca, a fin de rescatar a ·seis frailes del dicho monasterio y los ornamentos dél que están en poder de los turcos•. Ambos juran conocerle y que se llama .. como de suso dice ... 
El 25 de diciembre de 1603 otorga testamento Tommasso Trechello, ·griego natural de Lefcosia de la isla de Cipre•. Pide ser sepultado en la iglesia de Santiago, declara deber a la huéspeda de la Posada de la Higuera ·onze reales de onze días de posada·, tener una licencia del Ilustrísimo arzobispo de Toledo para pedir limosna cuyo original se encuentra en poder del impresor Pedro Rodríguez, a quien ha entregado ocho reales para su impresión.
Afirma que el señor Manuso guarda una provisión real, una licencia de la Cruzada y otra del señor nuncio para pedir limosna en el arzobispado de Toledo que hasta el momento no ha usado y declara ser su voluntad ·que el susodicho señor use de los dichos recaudos dando poder a quien quisiere para nombrar personas que pidan la dicha limosna y para recibirla·.
Encarga a Manuso enviar el montante de lo recolectado a Venecia al "arzobispo Gabriel de Philadelphia griego", para que lo remita a Ja ciudad de Lefcosia en Chipre ·a un sazerdote frayle monaco predicador llamado Panfenio en el monasterio de Zonati• a fin de que se lo entregue a su mujer Cibriana y a su hijo Gerónimo ·que biben en Ja dicha ciudad junto al dicho monasterio de Zonati•. Nombra heredero a su hijo Gerónimo y por alvazea y testamentario y executor del testamento a Manusso. Son testigos ·Miguel Zuquí y Dimitrio Zuquí su hijo y Jorge Ycónomo griegos residentes en Toledo .. , los cuales declaran conocer al otorgante ·y llamarse como de suso dize.
Actúan también de testigos Gregario de Zamora y su hijo Juan de Zamora vecinos de Toledo, y como Trechello no puede firmar el testamento ·por la gravedad de su enfermedad y no escrebir sino griego•, lo firma en su lugar Miguel Zuchi. El 14 de Julio de 1604, Jorge Preboste, el fiel amigo del Greco, figura como testigo en la revocación de un poder dado por Jorge Cocunari, griego, a Juan Bueno, familiar del Santo Oficio para cobrar ciertas limosnasis.
Facultad de Filología A303 Universidad Complutense 28040 MADRID 
Luis GIL FERNÁNDEZhttp://interclassica.um.es/var/plain/storage/original/application/68193f0cc604a91ab06637dc6206cca4.pdf
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