Artículo escrito por Guillermo Fernández:
Si hace unos días hablábamos de una perla francesa como Aymeric Laporte, hoy parece un buen día para trazar unas líneas sobre otro jugador francés que está siendo una de las sensaciones de la Liga BBVA.
No es otro que Antoine Griezmann. El extremo realista está cuajando una temporada realmente espectacular en el fútbol español. Sus números, catorce goles en diecinueve partidos a los que hay que añadir dos en Copa del Rey, son realmente apabullantes.
Comenzó la temporada desgastado. La previa de la Champions y la tensión por la vuelta del equipo a la máxima competición europea les sobrepasó pero parece que han enderezado el rumbo y con ello el nivel de sus jugadores ha ido recuperándose. Futbolistas como Carlos Vela, Agirretxe, Rubén Pardo o Xabi Prieto están cuajando una gran temporada pero lo de Griezmann requiere de calificativos más importantes.
Máximo goleador del equipo jugando de extremo izquierdo, Antoine Griezmann está haciendo de todo y casi todo bien. Encara, se asocia, corre contraataques, toma decisiones inteligentes y, evidentemente, marca. Y lo hace de todas las maneras. De cabeza, de falta, desde fuera o desde dentro del área. A falta de media temporada lleva sólo tres goles menos que la pasada campaña.
El francés es de esa especie en extinción de extremos que rinden mejor a pie favorable, en la izquierda. La moda de jugar con hombres de banda a pierna cambiada para que se metan por dentro en diagonal parece no afectar al galo. Gracias a dios. Mantiene esa esencia del fútbol en vivo antiguo con las cualidades para desarrollar el moderno. Una delicia.
Francia puede estar de enhorabuena. Sin no son capaces de gestionar la generación que les llega deberían preocuparse. Los Griezmann, Laporte, Varane, Pogba, Kondogbia y compañía están llamados a marcar tendencia en Europa en los próximos años. Antoine ya está llamando a la puerta del Mundial.