A este disco sí que le teníamos ganas. Ya os lo avanzábamos en el resumen que hicimos los primeros días del año y que teníamos puestas muchas expectativas en Claire Boucher por los temas que habíamos escuchado de ella y que pertenecerían a su álbum Visions. Oblivion, Vanessa y sobre todo Crystal Ball sonaban grandilocuentes, soberbias y oscuras, la tónica de Grimes.
Eso ahora, porque esta canadiense ha mutado a lo largo de los últimos dos años, buscando su camino en cada uno de sus 3 discos que no hicieron otra cosa que sentar las bases de lo que hoy encontramos en Grimes gracias a Visions, como si de un nuevo proyecto se tratase. Su estética dark punk y la sensación de chica descarriada y misteriosa ensalzan aún más el potencial de Claire.
En Visions no encontramos ni una mala, manteniendo el alto nivel a lo largo de todo el disco. Experimentación, densas atmósferas y pop oscuro sintético hacen que el oyente se transporte a un estado onírico encantador.
Discos así no se escuchan todos los días.
“Colour of moonlight…”
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