El color frío y apagado por excelencia es el gris, tantas veces idílico y perfecto para combinar con maderas, otras tantas, sorprendente y cuidado con un toque industrial perfecto para aportar ese toque desenfadado y sin sensaciones. Si ademas lo realzamos con elementos fríos, estructuras metálicas, y maderas apagadas y sin demasiado color, el espacio se entorna apagado, industrial y con un aire invernal perfecto.
Así es esta vivienda, ubicada en un antiguo almacén, y que sin renunciar a los detalles arquitectónicos y útiles de su época mas activa, se plaga de piezas, textiles y elementos neutros, para únicamente aportar anotaciones de color caracterizado por su viveza y su contraste con el gris industrial.
Con sillas de estructura metálica, con esa esencia de los años 40, o con una mesa de trabajo, como mesa de comedor, lo que extraemos de este espacio ademas, son las soluciones arquitectónicas. La búsqueda de almacenaje auxiliar, y como en cada estancia, lejos de alejar la frialdad y el orden, podemos integrar piezas que hagan de lo cotidiano algo mucho mas cómodo y personal. ¿O no os parece perfecta esa visión general del espacio que han conseguido?
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