No se vosotros pero a mí este combo gris y blanco no me cansa, todo lo contrario, me dan ganas de irme directa al centro de bricolaje y pintar las paredes de gris claro y lacar las puertas y marcos en blanco. Me resulta muy elegante y crea unos ambientes muy relajantes. Cornisas y rosetones en el techo y ropies altos como los de esta vivienda, todavía embellecen más la combinación. Con algo más de 100 m² este piso es casi perfecto. Los acabados impecables, el suelo de parquet de madera de roble en unas zonas, a tono con el resto del mobiliario, sin destacar ni robar protagonismo al espacio y con calefacción por suelo radiante, salón espacioso, dormitorio elegante con un gigantesco walk-in closet, la cocina sencilla y funcional con doble horno y frigorífico integrados, mucho espacio de almacenaje y detalles antiguos. Y luego el exterior, con un hermoso balcón rodeado de verdor. ¿Qué parece? ¡Feliz martes!
Vía: Alvhem