Es apasionante ver como cada día nos desayunamos con innovaciones disparatadas, nuevos diseños y accesorios para todos los gustos en torno al mundo de las bicicletas urbanas.
El diseñador industrial Joey Ruiter, quizás producto de una apuesta, una charla que se fue por las ramas o un exceso en la fermentación de la cebada; se propuso construir una bicicleta urbana alrededor de una botella de cerveza de medio galón.
El resultado es la “Growler City Bike”, un concept maravilloso, con ruedas de cruisser de 29”, dos marchas, un original bastidor y un soporte con el fin de transportar el objeto para el que fue concebida, una bellísima botella de cerveza de medio galón (medio galón = dos litros).
Más allá de esperar que este producto de una trasnochada imaginación se haga realidad, mi pregunta es la siguiente: ¿por qué no hay en España, un país donde se bebe mucha cerveza, una botella de dos litros?
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