El laboratorio fabricante de la Talidomida, Grünenthal, ha recurrido en el último momento la sentencia que le condena por los daños causados en España por su medicamento. Ahora toca de nuevo esperar para las víctimas de la Talidomida que llevan sufriendo más de medio siglo. En su recurso la farmacéutica no aporta nada nuevo.
El escrito resulta redundante con todo lo dicho y documentado por la misma en el juicio. La estrategia parece clara: dilatar el proceso en el tiempo lo máximo posible. Puede que haya afectados que han ganado el juicio que que se queden en el camino, lo que sin duda beneficiará al laboratorio: afectado muerto, indemnización menos.
La sensación de las víctimas tras conocer la noticia puede resumirse en lo que me comenta una de ellas:Al final, no somos personas, sólo números bancarios”.“El mayor atentado farmacológico de la historia”. Así es como define el caso José Riquelme, presidente de la asociación que aúna a los afectados en España, Avite y luchador incansable por los derechos de las víctimas del medicamento en una entrevista que le han hecho hace poco en Radio Nacional de España. Y es que pese a la jugada de Grünenthal, el Caso Talidomida abre una nueva era de reconocimiento de los daños por medicamentos.
Avite tiene plena confianza en la Justicia y espera que la Audiencia Provincial de Madrid confirme lo antes posible el veredicto. España fue le país peor tratado por la multinacional alemana. Ni uno solo de los 600 millones de euros pagados hasta la fecha por la misma se han destinado a los afectados reconocidos por el Estado español y por la sentencia.
El abogado de Avite ha solicitado la ejecución provisional de la sentencia para que los necesitados talidomíticos puedan cobrar la indemnización cuanto antes. El proceso continuará en los tribunales pues muchas personas han quedado fuera de la sentencia.