Cuaderno de bitácora... Llevo en la mochila: mi gorra, la mejor, roja y con una chapa de colores; crema solar; un gran bocadillo y mi cantimplora, llena hasta los topes; un lapicero y un cuaderno. ¡Creo que lo llevo todo! El monitor nos lleva la brújula y los prismáticos, así que solo me queda coger la guía de pájaros que es un regalo de papá por navidad.
Os presentamos una bonita iniciativa, recuperada del mundo scout, y que os enseñamos con cariño: el miniclub de campo.
Los clubes de campo son vistos como lugares elitistas y refinados. Pero el nuestro es todo lo contrario: nos gusta mancharnos de barro y comer con las manos. Es mini, porque sus miembros son pequeños en estatura, pero muy grandes en ganas de explorar y descubrir.
Ellos dan vida a uno de los proyectos de Pasa La Risa que más felices nos hacen, y que se pueden poner en marcha en los coles, o simplemente, entre un grupo de adultos con hijos; tus amigos, tus vecinos... Lo importante son las ganas.
El miniclub de campo es un grupo de juegos en la naturaleza. Por si acaso te preguntas qué es eso, os contamos de qué va y cuáles son los pasos a seguir para crear uno en tu cole o dónde tú quieras.
En anteriores post hemos hablado de las implicaciones de las diferentes esferas sociales en la educación ambiental. Hemos visto como la Administración nos presenta sus iniciativas verdes, las empresas se unen para trabajar, y ahora, cómo nuestra comunidad, une esfuerzos par educar a la siguiente generación.
DIY Miniclub de campo
Primeros pasos
Nuestro grupo de juegos trata de conseguir transmitir los valores y sensibilidades que la sociedad necesita para cuidar y respetar el medio ambiente. ¿Cómo podemos conseguirlo? Juntemos a los niños y salgamos con ellos al campo.
Unir vuestras comunidades de vecinos, con sus niños y familias; unir a vuestro grupo de amigos, con sus niños y familia; unir a vuestros compañeros del trabajo, con (¿adivinas?) sus niños y familia; unir a los jóvenes del barrio... y ofrecerles un destino, cercano pero fascinante. UNIR, a nivel local, familiar o laboral, para disfrutar de la naturaleza.
Continuar con el trabajo bien hecho
Y cuando todos hayáis consensuado que vais a juntaros para hacer participar en un miniclub de campo, pensar si os apetece crearos un nombre o lema especial, o llevar algo que os identifique (una gorra, una chapa, una camiseta de un determinado color...). Hecho esto, hacer piña y pensar qué es lo que de verdad os apetece.
Actividades por para hacer
Y nos ponemos manos a la obra.
- Planificar dónde vais a ir, y qué necesitáis aprender. En esta parte los adultos sois los empollones del grupo, y deberéis encontrar el máximo de información de lo que queréis enseñarles a vuestros retoños.
- Repartíos el trabajo dando valor a vuestras fortalezas. Si sois aventureros o montañeros, no perdáis el tiempo eligiendo deportes de agua (y viceversa, si sois acuáticos, no escojáis agrestes senderos).
- La cantidad de opciones educativas que tenéis es monstruosa: ornitología, astronomía, micología, botánica, zoología... Podría estar todo el día contándoos múltiples opciones, pero, ¡os dejo mejor descubrirlas!
Las opciones fundamentales
Y con todo organizadito, preguntaos cómo vais a exponérselo a los niños, pues esta es la parte más importante, conseguir transmitir una información y hacer que la hagan suya, les guste, les sirva, sea útil en su vida y cambie su forma de pensar.
SOS, ¿te montamos un club?
Por supuesto, si lo que necesitas es que montemos un miniclub de campo en tu cole, pueblo o grupo de amigos, y te lo demos todo organizadito, no dudes en contactar con nosotros y te haremos una propuesta personalizada. Los miniclubs de campo son una herramienta con la que disfrutamos muchísimo, así que nos haréis muy felices.