Si no sabe qué diantres significa el título de esta entrada, no se moleste en buscarlo en la Wikipedia, porque no lo va a encontrar. En realidad, crear un grupo de trabajo transversal es un eufemismo de quitarse de encima la responsabilidad de un problema acuciante convocando a un grupo de amiguetes que van a cobrar dietas por refreír un documento con cientos de hojas repletas de obviedades, con la esperanza de que, entretanto, el asunto se enfríe y los periodistas no te cosan a preguntas incómodas.Pues eso mismo es lo que ha dicho Ada Colau que va a hacer ante el problema del top manta y se ha quedado tan campante. Y, en el interludio, la policía municipal tiene unas ordenanzas que hacer cumplir mientras su jefa se lava las manos en la jofaina de Poncio Pilatos.Es muy sencillo decir que el top manta es un problema social; que se lo explique a los comerciantes que pagan religiosamente el impuesto de actividades económicas al ayuntamiento, sin olvidar que hacer la vista gorda al top manta es dar carta blanca a las mafias que proveen a los manteros de falsificaciones, por no mencionar que las ordenanzas municipales son para cumplirlas o, si no se está de acuerdo con ellas, cambiarlas o derograrlas, pero lo que no se puede tolerar es que la policía local pene en un limbo administrativo y sea vapuleada por los manteros. Es cierto que existe un problema social, pero no se puede solucionar fomentando actividades ilegales.
Está muy bien ser progre cuando encabezas una manifestación, pero cuando lo que encabezas es una administración tienes obligaciones que cumplir; la política es el arte del compromiso, ya que no existen soluciones perfectas ni limpias, y cualquier administrador tiene que ensuciarse las manos. Ada Colau está demostrando palmariamente que le importa más su imagen que sus obligaciones, aunque esto suponga el desgobierno del municipio. Pues prepárense porque, o mucho cambian las cosas, o esto es lo que nos espera para el gobierno de la nación.