Revista Salud y Bienestar

Grupos de riesgo y enfermedades de transmisión alimentaria (II): Población infantil

Por Alimenta Acción @AlimentaAccion
Hablábamos en el anterior post de los principales grupos de riesgo. Uno de ellos está formado por la población infantil, por la particularidad de que los niños son más susceptibles a cualquier influencia externa debido a factores biológicos porque se trata de organismos en desarrollo y, como tal, son más vulnerables a elementos patógenos. No debemos olvidarnos tampoco de la exposición a la que están sometidos, desde su concepción hasta la adolescencia, a factores que pueden afectar a su normal desarrollo y crecimiento.
Grupos de riesgo Alimenta Acción

Influencia de los factores químicos

En el periodo de tiempo que transcurre desde la concepción hasta la adolescencia, la exposición a determinadas sustancias tóxicas puede afectar negativamente a los procesos de crecimiento y desarrollo, especialmente durante las fases de desarrollo embrionario. Así, la exposición a metales pesados como plomo y mercurio durante estas fases pueden dar lugar a graves disfunciones.
Hay que tener en cuenta que, durante los 5 primeros meses de vida, el cuerpo no es capaz de metabolizar y eliminar las sustancias tóxicas de igual forma que un adulto, mientras que aumenta la capacidad de absorber sustancias tóxicas. También hay que destacar que los niños están más expuestos por unidad de peso corporal y consumen más alimentos y agua por kilo de peso que un adulto.

Influencia de los factores microbiológicos

Los niños son más vulnerables a las enfermedades infecciosas transmitidas a través del agua de bebida y de los alimentos debido a su sistema inmunitario más sensible y a su falta de información y conocimiento sobre el peligro. La mayor sensibilidad de su sistema inmunitario es debida al desarrollo incompleto y a la inestabilidad de la flora intestinal, siendo de gran importancia en este episodio la lactancia materna para la protección del niño frente a los patógenos presentes en el agua y los alimentos.
Dicha vulnerabilidad aumenta cuando los niños presentan una inmunodeficiencia adquirida mediante una enfermedad, por deficiencias nutricionales, diarreas persistentes o bien congénita. Ello conlleva un aumento del riesgo de infecciones entéricas y de que éstas sean más persistentes.
Los patógenos que más afectan a este grupo de riesgo se tratarán más adelante y son los siguientes:
  • Rotavirus
  • Salmonella
  • Clostridium botulinum
  • Enterobacter sakazaki

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