Cuando uno piensa que va a visitar Gruyere, se le viene a la cabeza enseguida el queso.
Pues en Gruyere a parte de este exquisito queso, se encuentra la fabrica de chocolates Cailler.
No hay que olvidar que en Suiza son maestros chocolateros, ¿os suenan estos nombres?: Nestle, Suchard, Lindt... fueron todos personajes suizos.
La visita a la fábrica es toda una turistada, pero una turistada muy dulce.
Gracias a una audioguía y un tour guiado en plan parque temático, te explican la historia del chocolate cuando solo se utilizaba en América.
Después te explican todo proceso de elaboración y los lugares desde donde importa toda la materia prima.
Puedes incluso tocar y comer cacao, avellanas, almendras...
Esta es la relación entre azucar, cacao y leche de los distintos tipos de chocolate.
No hay duda que el más malo es el chocolate blanco y el más bueno el chocolate negro (aunque los dos tienen una pasada de azucar)
Después te enseñan sus instalaciones para que veas cómo se produce el chocolate de manera automatizada.
Una pasada los robots que utilizan:
Y por último la ansiada cata de chocolate... ¡Que glotonería!
Había unos 10 tipos distintos de bombones y chocolates, y podías comer todo lo que quisieras...
Creo que ese día le metí al cuerpo 10000 kcalorias jajaja
Después de pasar por la tienda y comprar chocolate para todo el año, nos dirigimos al pueblo de Gruyere que es muy bonito y merece la pena conocerlo.
Cruzamos las murallas y accedemos a la plaza principal del pueblo
En la parte alta del pueblo se encuentra un museo y un bar que muestran los diseños de HG Giger.
Hans Ruedi Giger se hizo famoso al ganar un Oscar por realizar los diseños de la pelicula Alien.
El museo es muy interesante, hay piezas de Aliens y otros prototipos al estilo cyberpunk.
Desde la parte alta del pueblo hay muy buenas vistas:
Antes de despedirnos de Gruyere, no podía faltar una visita a una quesería para acabar con los francos que nos sobraban.
Me encanta este queso, ¡es un auténtico manjar! Hoy nos hemos gastado más de 100€ entre chocolate y queso jajaja, a ver cuanto nos dura...