Organized Chaos, cortesía de Let Ideas Compete
La lógica de la productividad personal con GTD te dice que mejorarla depende de gestionar mejor tus compromisos. ¿Por qué? Porque, sin ayuda, tu mente tiene una capacidad muy limitada a la hora de organizar estos compromisos y eso la convierte en un problema para tu productividad.
¿Qué significa esto en la práctica? Es sencillo. Tu mente esta diseñada para pensar, no para gestionar tus compromisos. En este sentido, lo único que tu mente es capaz de discernir es si un compromiso está a) gestionado o b) sin gestionar. Y si está sin gestionar, lo que tu mente entiende que debe hacer con él es recordártelo cada cierto tiempo.
Muchas personas sobrevaloran la inteligencia de la mente. Pero los hechos son abrumadores y demuestran que, por desgracia, a la hora de ayudarnos con nuestra productividad, nuestra mente no es tan “lista”.
De hecho, si no fuera porque la mente no tiene personalidad propia, a menudo cabría pensar que es un tanto puñetera. Porque a ver, ¿cuándo te acuerdas tú de que tienes que comprar pilas para esa linterna que lleva meses por casa con las pilas gastadas, cuando vas por el pasillo de pilas del supermercado o cuando se va la luz en tu casa?
Si tu mente fuera medianamente espabilada para estos temas, lo suyo es que te recordara comprar pilas siempre que pasaras cerca de un sitio en el que venden pilas y tuvieras tiempo y dinero para hacerlo. Pero no. Tu mente te recuerda una y otra vez que tienes que comprar pilas cuando no puedes comprarlas.
Si te paras a pensarlo un momento, observarás que con frecuencia te acuerdas de cosas que tienes que hacer y rara vez sucede en unas circunstancias en las que puedes hacer algo al respecto. ¿Te das cuenta de lo tremendamente frustrante que puede llegar a ser esto? Porque reconocerás que acordarte de cosas sobre las que no puedes hacer nada solo sirve para perder el tiempo y agotar tu energía.
Confiar en la capacidad de la mente para recordarnos lo que tenemos que hacer es una mala estrategia, ya que hay estudios que demuestran que tu memoria a corto plazo no puede encargarse de recordar siquiera una docena de elementos sin perder el contexto y olvidarlos todos. Por muy buena memoria que creas tener.
Porque además, la mente es una herramienta realmente incompetente tomando decisiones sobre la marcha, ya que está sujeta a múltiples sesgos. Por ejemplo, lo último que te ha llegado o lo que más carga emocional implica, como por ejemplo algo que te pide tu jefe, tu pareja o un cliente crítico, siempre le parecen más prioritarios que otros asuntos menos ruidosos, más neutros emocionalmente o que llegaron hace más tiempo..
Por otra parte, la fracción de la mente que usas para localizar y gestionar compromisos no tiene una noción clara del tiempo, de qué es pasado o futuro, así que simplemente se dedica a recordarte periódicamente que ese compromiso sigue pendiente.
Por tanto, gestionar mejor tus compromisos es algo que no vas a poder hacer con tu mente. ¿Qué opciones te quedan entonces para mejorar tu productividad personal? Parece que lo más efectivo es ofrecerle alternativas a tu mente que le resulten lo suficientemente fiables como para que deje de recordarte constantemente cosas que no puedes hacer… Y ahí GTD tiene mucho que ofrecer
Este artículo, GTD: Tu mente es un problema para tu productividad, escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 3.0 España.Muchas gracias por suscribirte a Optima Infinito.
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