Revista Viajes

Guadalajara (II). Más palacios: de la Cotilla y de Antonio Mendoza.

Por Arilena @arilena

Prosiguiendo la visita me sorprendieron gratamente otros dos palacios de la ciudad.

El primero es el Palacio de Don Antonio de Mendoza y Luna, hijo del I Duque del Infantado que se encuentra en la calle de Santa Clara y que tiene asociado el Convento de la Piedad.

Palacio de Antonio Mendoza y Convento de la Piedad desde la calle de Santa Clara

Vista desde la calle de Santa Clara

El palacio se encuentra en lo que fue la judería a finales del siglo XIV. La sinagoga de los Toledanos había pasado a propiedad de la familia Mendoza por privilegio real tras la incautación de bienes a las comunidad sefardí.

Antonio de Mendoza mandó construir hacia el 1510 sobre aquellas casas un costoso palacio al estilo italiano, proyectado por Lorenzo Vázquez pero antes de que se lograra terminar pasó a manos de una sobrina, Doña Brianda, quien lo transformó en una escuela-convento de doncellas que siguió funcionando hasta la desamortización de 1813. A partir de ese momento pasó a ser primero museo, cárcel, palacio provincial y finalmente un instituto público de secundaria ahora en nuestros días.

Al entrar se encuentra un patio de estilo renacentista, uno de los primeros ejemplos de esta arquitectura en Castilla, en dos pisos con columnas y capiteles de piedra.

Patio del Palacio de Antonio Mendoza en Guadalajara

Patio del Palacio de Antonio Mendoza

Llaman mucho la atención los azulejos de las paredes que, como me fue contando la persona que trabajaba allí, se trajeron de Sevilla durante las obras de rehabilitación del convento y el palacio por Ricardo Velázquez Bosco, entre 1902 y 1915. También son muy interesantes los artesonados que quedan en la escalera y en la galería inferior. De la planta alta, sin embargo, se retiraron de la galería y de las salas, menos de una que se puede entrar a ver.

Azulejos de cerámica Sevillana

Azulejos de cerámica Sevillana

El otro es el Palacio de los Torres, también llamado Palacio de la Cotilla, ya que se sitúa en la plazuela popularmente llamada así. Se remonta al siglo XVII y está construido siguiendo el estilo arquitectónico de la época.

En el interior se encuentra un pequeño patio con columnas, mucho menos que el del Palacio de Antonio Mendoza. Pero lo que destaca de este palacio es su Salón de Té.

El patio del Palacio de la Cotilla en Guadalajara

El patio del Palacio de la Cotilla

Al entrar en esta sala del palacio se puede pensar que se está yendo atrás en el tiempo, cuando las señoras nobles con sus elegantes vestidos celebraban reuniones sociales en animadas veladas musicales mientras tomaban esta bebida.

Y es que las paredes de esta sala están cubiertas por papel de arroz pintado que muestra distintas escenas de la vida feudal de la China imperial, al estilo de la dinastía Quing.

Salón Chino o Salón de Té del Palacio de la Cotilla en Guadalajara

Salón Chino o Salón de Té del palacio

Los Torres-Figueroa, la familia dueña de este palacete, daban así una muestra de su gran refinamiento ya que entre las modas literarias, decorativas y artísticas de la época estaba el gusto por lo chinesco (como se pone de manifiesto en el Salón de la Porcelana del Palacio de Aranjuez y en otros palacios)


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