Hay quien dice que Guantánamo es el limbo jurídico, porque está fuera de la jurisdicción normal, como es entendida en los países democráticos. Sin embargo, Wikileaks ha descubierto, con sus papeles, que Guantánamo no es el limbo, sino el infierno. 759 informes secretos que descubren el terrorismo ejercido desde el Estado, desde USA.
Y es que ahora con estos nuevos papeles se ha ratificado lo que casi todo el mundo pensaba. Guantánamo es una aberración, propia de un país criminal que se salta a la torera los más elementales derechos humanos.
Ahora gracias a Wikileaks, sabemos que de los ochocientos presos de Guantánamo, sólo se han juzgado a siete. Y que 160 de ellos, o son inocentes o son gente de riesgo mínimo –esta calificación es de los propios yanquis—, y de los trescientos diecisiete que han denominado “de riesgo alto”, los dos que han sido juzgados en España –¡qué casualidad--, han resultado inocentes.
También conocemos que muchos de los presos fueron vendidos por tribus afganas, con acusaciones falsas, al ejército americano, para quitárselos de en medio, por rencillas personales, sin tener nada que ver con el terrorismo.
Son presos que han sufrido violencia física y psicológica. Que llevan entre siete y nueve años esperando no se sabe qué. Que no tienen ninguna garantía procesal y que no saben dónde y cómo van a acabar. Entre ellos se encuentran, ancianos con demencia senil, adolescentes y enfermos mentales. Todos bajo el signo de una posible relación con el terrorismo, que en la mayoría de los casos que se han investigado ha resultado falsa.
Y lo más grave no es lo que ha pasado, que no ha sido ninguna tontería. Lo más grave es que Guantánamo no es el pasado, sino el presente y el futuro. Un futuro negro en el que nada hay garantizado para esos presos, a los que no se les da ninguna solución.
Aquella promesa del Nobel de la Paz (menudo papelazo) de cerrar Guantánamo ha quedado desdicha, y hoy nadie sabe qué va a pasar. Lo único que se sabe es que todavía hay cerca de ochocientas personas en Guantánamo que no tienen ningún derecho procesal, a los que se les conculca a diario sus más elementales derechos humanos, y cuyo futuro se desconoce.
Pues sí, éste es el país que nos quieren pintar como esencia de la democracia. Este es el país que decide quién es demócrata y quién no. Y mientras siguen en el infierno, sufriendo minuto a minuto, ochocientas personas –sí, son personas— que no tienen acusaciones fundadas, que en caso de ser juzgadas, lo serán por jueces militares y sin garantías.
Y recordemos que nosotros colaboramos con las bases en España, para el traslado de presos hacia Guantánamo. Los amiguitos del alma de Bush, entre ellos Rajoy y Aznar, dejaron utilizar la base de Morón para tal ignominia.
Y todos los gobiernos callados, para no criticar al amigo americano. ¿Se imagina alguien qué pasaría si esta prisión estuviera en otro país? ¿Qué críticas sufriría desde todos las demás naciones, incluidos los EE.UU.? ¿Qué resoluciones aprobaría la ONU?
Eso sí, el problema para el gobierno yanqui y para la mayoría de los medios de comunicación de ese país no es Guantánamo, ni qué pasará con esa gente encerrada allí. Ni tan siquiera discuten la veracidad de estos informes. El problema, el grave problema, es que Wikileaks ha filtrado la información.
Señor Obama, señores del gobierno yanqui, señores senadores y diputados yanquis, ciudadanos yanquis que permiten esta ignonimia: son ustedes unos criminales. ¡Váyanse a la mierda!
Salud y República