Por cada metro cúbico que ingresa, hay unos tres de petróleo neuquino y rionegrino que dejan de refinarse. La silenciosa batalla para bajar el crudo nacional.
Pese a que las ventas cayeron un 0,5% con respecto a 2015, las importaciones de gasoil de parte de las refinerías que operan en Argentina aumentaron un 28%. El dato, por demás curioso, enciende las alarmas en Neuquén y Río Negro: cada metro cúbico de combustible que ingresa del exterior son al menos 18 barriles de petróleo local que dejan de refinarse. En otras palabras, viene de afuera lo que podría producirse en el país.
El dato surge de las estadísticas del Ministerio de Energía de Nación y no incluye las compras de Cammesa. Consultadas por este fenómeno, fuentes del gobierno aseguraron a "Río Negro" que el mercado de importaciones está desregulado. Sin embargo, todos saben en el sector que ningún barco de combustible o de petróleo crudo ingresa al país sin la venia del ministro Juan José Aranguren.
La intención del funcionario es dar un bálsamo a las refinerías nacionales, las cuales, según denuncian ellas mismas, vienen con precios atrasados desde la devaluación de diciembre de 2015. El gasoil que se compra afuera cuesta un 30% más barato que el que se produce en Argentina, donde la principal materia primera, el petróleo, tiene un valor de incentivo. Ese combustible llevado al surtidor deja una rentabilidad mucho mayor para los importadores. El precio promedio comprado en el extranjero fue de unos 5,2 pesos por litro de gasoil premium. Aún sumando impuestos por un 100% (lo que llevaría el precio a unos 11 pesos), está muy por debajo de los 17 que cuesta en surtidores de la región o los 19 al norte del río Colorado.
Ofensiva
La estrategia termina generando una sobreoferta de crudo del tipo Medanito, que es el que sale de Neuquén y Río Negro, y que ya no encuentra mercado. El petróleo que "sobra" -algo impensado tan sólo hace dos años atrás- termina vendiéndose a un precio más barato, lo que presiona a la baja el valor del barril criollo. El mismo está en la mira de Aranguren desde hace varios meses, tal como anticipó a este diario.
Un pequeño operador de Río Negro confió a este medio que desde la semana pasada todas las grandes refinerías le aplicaron recortes al precio de compra del crudo local, que se liquida a un promedio de 65 dólares. Esta situación, que se repite desde que arrancó 2016, hizo caer la producción de crudo Medanito casi un punto en el último año.
Desde hace varias semanas, el gobernador Omar Gutiérrez busca resistir la baja del barril criollo, un proceso que está en negociación pero que ya comenzó de facto con medidas heterodoxas como son, justamente, la convalidación de una mayor importación de combustibles.
De afuera, más barato
5,2 pesos
costó en promedio el litro de gasoil importado. Con impuestos, queda 5 ó 6 pesos abajo del valor en surtidor.
"Es natural que un crudo que sobra se venda más cerca del precio de importación y uno que falta más cerca del precio local".
Juan José Aranguren, ministro de Energía, sobre cuánto debe costar el barril.