General Douglas Mcarthur en Guerra Coreana
La preparación
Siete días antes del ataque a Inchon, se hizo desembarcar a guerrilleros en la zona para que lograran investigar todo lo relacionado al enemigo, sus fuertes, centros fortificados y demás. Algunos civiles surcoreanos los ayudaron y cuando los comunistas los descubrieron asesinaron a 50 de ellos a sangre fría. Entonces se empezaron a preparar los cruceros y destructores necesarios para poder despejar el mar de minas que frustren el desembarco, inclusive algunas unidades canadienses bombardearon la costa. El 10 de septiembre los americanos bombardearon las playas y un par de metros tierra adentro cubriendo el espacio necesario para el desembarco ocasionando regulares daños.
La invasión
La península de Inchon sería entonces el escenario de la batalla que tenía como fin recuperar Seúl. Arthur Dewey Struble comandó toda la flotilla de embarcaciones que llevarían a los soldados a tierra. Tenía experiencia pues había participado en los similares en el Golfo de Leyte y en Normandía. Es así entonces que el 15 de septiembre de 1950 se empieza atacando la Playa Verde un sector al norte de la isla Wolmi, que era una pequeña prolongación de Inchon unida por un delgadísimo istmo. Se destinaron dos batallones, uno de ellos de tanques, que tomaron la pequeña isla con tan sólo 14 bajas. Los norcoreanos tuvieron en cambio 200 muertos y 136 capturados.
Las tropas americanas aquí tuvieron que esperar el desarrollo y avance de sus camaradas en otras partes. Mientras tanto los norcoreanos ya estaban advertidos por los primeros bombardeos, pero increíblemente creyeron que el principal ataque no se llevaría a cabo allí y que tan sólo se trataba de una maniobra distractora, por ende sólo se desplegaron pequeñas fuerzas a comparación de sus enemigos, mientras estos preparaban el ataque sobre Playa Roja y Azul, los otros dos nombres clave al norte y al sur respectivamente.
En dichos lugares los refuerzos también llegaron tarde y con 261 naves enemigas frente así, más lo bombardeos y las infiltraciones de días anteriores, el panorama se tornaba difícil para los norcoreanos. Los que desembarcaron en Playa Roja trabaron pequeños combates sangrientos. En Playa Roja se contaron ocho muertes y 28 heridos. En Playa Azul las fuerzas aliadas estaban bajo el mando del coronel Lewis Burwell Puller, y fue el último grupo en llegar y trabar combate. Muchos de sus transportes anfibios fueron hundidos.
Cuando los de éste grupo llegaron a costa los norcoreanos de Inchon ya se habían rendido por lo que tuvieron pocas bajas y no encontraron oposición. En las playas tomadas, eso sí, se perdió demasiado tiempo en los preparativos y los soldados no tuvieron descanso, aunque tampoco presión del enemigo.
La cabeza de playa y la marcha adentro
Los norcoreanos se alarmaron ante la caída de Inchon y la pretensión aliada de continuar avanzando tierra adentro. Recién se dieron cuenta de que no se trataba de una maniobra distractora, sino de todo lo contrario y decidieron contraatacar enviando seis columnas de tanques t-34, proveídos por supuesto por los socios rusos. Sin embargo, los aliados enviaron aviones y devastaron a los blindados, en cuanto a los aeroplanos sólo se perdió uno.
La toma de Inchon se concretó cuando tanques americanos terminaron de barrer a los comunistas y sus blindados. El 19 de septiembre se repararon las líneas férreas que llevaban al interior, hasta unos 13 kilómetros, y enseguida siguió la captura de la pista de aterrizaje de Kimpo, con la que la victoria aliada se hacía mucho más viable. A partir de ese momento los aliados contaban con un aeródromo donde sus aviones podían aterrizar y reabastecerse en toda la costa occidental de Corea. Así también con el paso de los días y un corredor asegurado, fueron llegando más y más refuerzos, entre ellos casi 54 mil soldados, 6629 vehículos y unos 25512 toneladas de suministros.
La batalla por Seul
Asalto a seul en guerra coreana
Seúl era una ciudad prospera antes de la llegada de los norcoreanos y cuando estos llegarona muchos soldados aliados fueron hechos prisioneros. Estas razones, sumado al golpe de moral que representaría la recaptura de la capital, hicieron inminente el avance sobre la misma. La urbe proporcionaría a los enemigos norcoreanos grandes suministros.
Los norcoreanos, carecían de experiencia y sus ataques de t-34 eran infructuosos aunque sí muy molestos. Los americanos con renovados e ingentes refuerzos se colocaron al sur de la capital y sostuvieron un fuego cruzado con los coreanos en los suburbios de Seúl. Luego de vencer las fuerzas en esta zona, los aliados tuvieron que vencer la resistencia casa por casa en brutales e inenarrables combates cuerpo a cuerpo, pues la ciudad estaba bien fortificada. La urbe fue declarada abierta el 25 es decir tres meses luego del inicio de la guerra, si bien muchos marines continuaron combatiendo en los suburbios al norte.
La ofensiva fue un éxito
En el sur, en el perímetro de Pusan que literalmente tenía a los surcoreanos con el mar a las espaldas, los aliados también tuvieron éxito y entre muertos y prisioneros los norcoreanos tuvieron 70 mil bajas. Mientras que en Seúl se llegaron a escapar casi 30 mil de los comunistas, pero las noticias no dejaban de ser buenas, pues los aliados ahora tenían ya casi toda Corea del Sur recuperada para ellos y se preparaban para invadir a toda Corea del Norte. Si bien esta seguía teniendo el apoyo de la URSS y el ingreso de China al conflicto parecía inminente, la guerra de Corea estaba lejos de acabar.