TÍTULO ORIGINAL World War Z
AÑO 2013
NACIONALIDAD USA
DIRECTOR Marc Forster
GUIÓN J. Michael Straczynski, Matthew Michael Carnahan (Novela: Max Brooks)
MÚSICA Marco Beltrami
FOTOGRAFÍA Robert Richardson
REPARTO Brad Pitt, Mireille Enos, Daniella Kertesz, David Morse, Matthew Fox, Eric West, James Badge Dale, David Andrews, Peter Capaldi, Ludi Boeken, Fana Mokoena, Abigail Hargrove, Elyes Gabel, Pierfrancesco Favino, Moritz Bleibtreu, Ruth Negga
SINOPSIS Cuando el mundo comienza a ser invadido por una pandemia de muertos vivientes, el experto investigador de las Naciones Unidas Gerry Lane (Brad Pitt) intentará evitar lo que podría ser el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana le hace recorrer el mundo entero buscando respuestas sobre cómo parar la horrible epidemia que amenaza a toda la humanidad, intentando salvar las vidas de millones de desconocidos así como la de su propia familia.
Diré que vi esta película principalmente por la sequía semanal de The Walking Dead. Me tiraba para atrás el ser una “superproducción” de zombies que corren, pero en vista de la sequía del punto 1, le di a Play.
Película innecesariamente larga, pero buena. Acción interesante y abundante, pero con esa carencia de gore que uno espera en una película del género. Como dije, es muy larga (2h) para lo que cuenta: de los 3 viajes que hace Brad Pitt, podían ahorrarse uno, y con él, 20 minutos de película.
Después del tráiler, continuamos tras el salto, con algún spoiler de relax. O muchos.
La película empieza de una manera muy abrupta: el día pasa de ser una mañana tranquila, como otra cualquiera, a ser un caos zombie en menos de lo que uno termina de deletrar la palabra “caca”. En ese momento descubrimos que Brad Pitt pasa por completo de su familia, decidiendo ponerse a contar cuántos segundos tarda una persona, después de ser mordida en levantarse como un no-muerto… porque él ya sabe que es una peli de zombies, claro.
Se lo llevan a un barco y le cuentan la película que él ya sabía: hay zombies, te muerden y te conviertes en un zombie, así que lo mandan con un equipo militar y un científico que lo sabe todo de “la madre naturaleza y los virus” a buscar una cura a Korea (era Korea?).
Nada más bajar del avión, el súper científico se pega un tiro (bravo!) y un fulano en una celda les dice que “aquí no es, vete a Israel”, y allá que se van.
Después de perder el tiempo en Israel, un “evento” los hace volar a Cardiff, y aquí viene el punto más friki de la película: en Cardiff llegan a un centro de investigación llamado “W.H.O. research facility”, donde Brad Pitt conoce a un par de doctores. Uno de ellos está interpretado por Peter Capaldi, el próximo Doctor Who… Súper punto para la película.
Doblemente friki, por el apunte que hizo mi estimado compañero, y sin embargo amigo Diego: resulta que “WHO” es una dependencia de la Inteligencia Británica para el estudio de “eventos paranormales” (The Weird Happenings Organization) del universo comiquero de Marvel. En este caso, W.H.O. se dedican a la investigación de viruses varios.
Cuando juntamos WHO e ingleses, sólo puede venir a la cabeza… Doctor Who. Le añadimos a Peter Capaldi, y que en los créditos aparece como “W.H.O. doctors – Peter Capaldi”, y la sonrisa no se te quita en media hora.
Cardiff, por cierto, es donde se encuentra la sede de Torchwood, además del Museo “oficial” del Doctor Who, y otras localizaciones y eventos frikis del universo Whovian.
Bueno, después del viaje a Cardiff, donde encuentran de milagro un “camuflaje” para evitar a los zombies, vuelan de nuevo a “casa”, esta vez ubicada en Nueva Escocia (Canadá) y se acaba la película…
Después de esta ruta turística por medio mundo, el viaje a Israel creo que podría/debería acortarse o directamente no existir, porque es un punto muy largo, que, aunque tenga cosas interesantes como la huída hasta el aeropuerto, se hace muy larga. Opinión personal.
En resumen, la película se lleva bien, la acción es moderada, aunque casi contínua; hay poco gore y poca violencia visual. Hay más sangre -y casi acción- en un episodio de TWD. Buena opción para pasar una tarde de lluvia.