Guerra Mundial Z: un timo de cine

Supongo que la película se llama Guerra Mundial Z porque algunos de los responsables de la misma tienen el libro en casa. Dudo que hayan empleado más de 30 minutos en leer el libro de Max Brooks y habrán hecho como la mayoría de la gente: “esperar a que salga la peli” (leer es de tontos, no?). Creo que el filme se podría haber llamado como cualquier otro libro de los que duermen en la casa de los cineastas que han parido esta mala película, y sin cambiar ni una sola escena del metraje se podría haber titulado: “La Odisea”, “Leyendas de Z” o “Mi tercera cartilla”.

Salvando que el libro narra acontecimientos que abarcan varios años, la cinta arranca con el pánico y a partir de ahí el libro lo usaron las páginas como papel higiénico ¿Dónde queda la supremacía de Cuba en el mundo tras la Guerra Mundial Z? ¿Y qué sobre la locura que lleva a países a atacarse de forma preventiva con bombas nucleares como India y Paquistán? Cantidad de estupendas historias del libro que ni se insinúan:  Los zombies atestando los fondos marinos, la gente que desesperada y vecinos por pura supervivencia, el hambre entre los hielos del norte mientras se congelan los zombies, las deserciones, la locura de la derrota de Yonkers, las nuevas armas inventadas para luchar contra zombies, soldados obligados a fusilar a un compañero como forma rusa de mitigar las deserciones, el engaño (habitual) de las farmacéuticas contra la supuesta enfermedad y muchos otros hechos estupendamente descritos en el libro de Brooks, que no aparecen.

Guerra Mundial Z, la película, es un timo enorme. Simplemente una peli de Brad Pitt que en 72 horas salva al mundo de los zombies. No me extraña que los zombies saltaran de cabeza a por él que es el cofundador de la productora Plan B que compró los derechos de la obra. Hay que reconocer que Brad Pitt lo ha bordado en ese sentido, no sólo  ha destrozado una película, sino que lo arregla poniendo su cara en el cartel, y además como sabe que el director no va a tener narices de echarle la bronca, redondea el cúmulo de despropósitos con una pésima actuación: llano, simple, y sin fuerza; dando la sensación de que encima le fastidiaba estar en la película. En resumidas cuentas la película Guerra Mundial Z es todo un manual de publicidad engañosa. Nada más.

Hay momentos en los que dudo de si se trata de una película de zombies (olvidándome ya del casi inexistente parecido con el libro del que toma título), o si es algo de Disney (todavía se me revuelven las tripas cuando recuerdo como maltrataron el cuento de Hans Chirstian Andersen e hicieron un final feliz con La Sirenita). Sólo faltó que al final Brad Pitt se despertara y que todo fuera un sueño.

Rectifico: Guerra Mundial Z no es una película de zombies y la prueba es que todos las personas que conozco que aborrecen el género zombie y la han visto dicen que les ha gustado, mientras que los seguidores del género se dividen en dos grupos: los que han leído el libro que dicen que es un mojón de proporciones bíblicas (con razón) y los que no han leído el libro (que así les luce el pelo).

Guerra Mundial Z, además de mala, es tan sosa que acabé con unas ganas irrefrenables de ver seres putrefactos sin cerebro que se arrastran tratando de morder a cualquiera que se les acerque. Mi insatisfacción era de tal calibre tras el visionado que tuve que buscar algo realmente descarnado, cruel, de mal gusto y con mal guión; lo malo es que Sálvame sólo lo aguanto durante 7 segundos consecutivos.