La semana pasada un soldado murió en Londres y otro fue atacado en el barrio financiero de Paris, la Defense. En ambos ataques había una conexión, los agresores eran subsaharianos. El 7 de mayo, un policía francés también fue apuñalado al grito de “Alá, Alá”. A pesar de estar en pleno siglo XXI y haber llegado a la luna, en otros aspectos nos seguimos manteniendo en el medievo. Occidente y Oriente siguen conservando una serie de diferencias fundamentales que llevan a un enfrentamiento conceptual más o menos violento, que desemboca en conflictos armados con relativa frecuencia. Pero no podemos conformarnos con la visión simplista de que el otro es el malo y nosotros los buenos. Cuando Barack Obama juró su cargo, lo hizo sobre una biblia, en vez de hacerlo sobre la constitución de su país ¿Dónde está el límite entre el fanatismo y la fe? ¿Estamos ante una guerra de religiones-civilizaciones? ¿Conseguiremos, en un mundo globalizado, alcanzar una convivencia pacífica entre iguales?alfonsovazquez.comciberantropólogo