Revista América Latina
*JUAN MARTORANO.
Hoy en día, en la Patria de Bolívar y Chávez, se ha convertido en un campo de batalla. Desde que Hugo Chávez llegó a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, y luego de su desaparición física, hemos sido objeto de unas brutales operaciones psicológicas,y por ende, de una guerra psicológica. Y una vez que se da la asunción al poder de su hijo político, Nicolás Maduro, la contrarrevolución nacional e internacional ha considerado que éste es el momento más oportuno para poner fin a la Revolución Bolivariana, y han arreciado con las mismas.
En estos momentos, esta guerra psicológica debe ser tratada como un tema de salud pública. Buena parte de nuestra población está disociada y afectada psicológicamente, además de que se están violentando los más elementales derechos humanos. Es por ello, que me permito hacer la invitación a nuestro pueblo para dar la batalla como Poder Popular y ponerles un “parao”, a los operadores y mercenarios de este tipo de guerra, que pretenden robarnos la paz y la tranquilidad.
Una de las mejores demostraciones de esta guerra psicológica, fue con la fotografía con la compatriota Cleotilde Palomino. De como una humilde trabajadora de nuestro pueblo, a través del abuso de la fotografía, porque la misma esta sujeta a la voluntad de quien la toma, pueden hacerla pasar como una “saqueadora” de una tienda de electrodomésticos, cuando lo que realmente hizo fue comprarse con sus ahorros, producto de su esfuerzo y su trabajo, una plancha, un microondas y un blu-ray. Es que así piensa la burguesía de nosotros, que somos unos “saqueadores”. Y a Cleotilde, el sometimiento al escarnio público, a la difamación,a la injuria y a todo el daño que le ocasionaron, no se lo reparará nadie.
En estos momentos, hay que considerar y evaluar en toda su dimensión de como las operaciones y la guerra psicológica esta influyendo a nivel individual y a nivel colectivo. La exacerbación de esta guerra psicológica en estos instantes, tiene su origen en la denunciada “guerra económica”. No podemos olvidar que la guerra psicológica es sin armas. En todo caso, el arma o las armas son los diferentes medios de difusión y de propaganda que existen (Prensa, Radio, TV, Redes Sociales, “Radio Bemba”), porque no hay guerra psicológica sin medios de comunicación.
En estos momentos, a través del desarrollo de diferentes operaciones psicológicas y de estas Guerras de IV y V Generación, lo que se busca es producir desestabilización. En primer lugar, para que la gente que respalda al Gobierno Bolivariano y a la Revolución chavista se vaya “desencantando” e inmovilizarnos, y por el otro lado, exacerbar la agresividad y la violencia en los partidarios de la derecha.
A lo colectivo, se busca inducir a una conducta social masiva que contrbuya a capturar nuestra psiquis para que ésta influya en nuestros deseos y en nuestra toma de decisiones. Es por eso que en este momento que actualmente vivimos, es crítico y debemos tener una conciencia totalmente clara.
Entre algunos de sus efectos que a lo colectivo esta ofensiva psicológica esta generando, tenemos la siguiente:
1.- Sembrar una situación de caos y un futuro incierto.
2.- Incertidumbre.
3.- Miedo.
4.- Fomento del individualismo.
5.- La rutina de la familia se altera.
6.- Alerta las rutinas de trabajo y escolar.
7.- Población Enfermiza. Se ha comprobado científicamente que a través de las operaciones psicológicas que generan muchos medios, que crean angustia y zozobra en nuestro pueblo, esto contribuye a la baja en nuestras defensas inmunológicas, y no solo afecta nuestra psiquis, sino nuestras condiciones físicas.
8.- Afectación de nuestro desarrollo biopsicosocial. Nuestro aprendizaje debe tener una sola dirección. Los medios nos apuntan en varias direcciones, buscando que no estemos en capacidad de discernir que es lo bueno y que es lo malo, esto con la búsqueda de desdibujar el concepto de autoridad. Con esto buscan el fomento de seres inseguros, inmaduros, no pensantes. Se utilizan las más diversas y variadas técnicas para crear disociación psicótica, con consignas tales como : “Contamos con la juventud para acabar con este gobierno. Además de la inserción, por ejemplo en la televisión, de mensajes subliminales dentro de publicidades, películas, etc, esto en virtud de que nuestra visión tiene una velocidad que nuestro ojo no capta conscientemente pero nuestro cerebro sí.
Todo esto se genera como ya lo hemos expresado, con las diferentes operaciones psicológicas, y también a través de los rumores.Por eso debemos tener mucho cuidado.
Sin embargo, y a despecho de los sectores contrarrevolucionarios, por más que lo intenten, en estos momentos en nuestro país, no están dadas las condiciones para un nuevo “Caracazo”. Esto porque la situación de “desabastecimiento”, a ciencia cierta, no existe. Si hacemos una encuesta, a la mayoría de nuestro pueblo, si bien tiene que hacer un peregrinaje para conseguir los rubros de la cesta básica, producto de una situación de acaparamiento y especulación, que es una situación muy distinta, son pocas las personas que le falta alguno de estos rubros. Generalmente, y lamentablemente hay que señalarlo, ese “desabastecimiento”, en un 90% de los casos es inducido por y desde los medios de difusión y propaganda de la derecha. Por ello, mi propuesta es que nos constituyamos en brigadas antirumores, para combatir esta guerra y operaciones psicológicas, donde la primera baja es la verdad.
¡Cuidado, su cerebro podría estar siendo bombardeado!
¡Bolívar y Chávez Viven, y la Patria que nos legaron sigue!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
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