Hace poco se reunieron en Nueva York personalidades progresistas de la talla de Bill Clinton, Tony Blair y Felipe González para dilucidar cómo será la izquierda de las próximas décadas.
El encuentro fue organizado por el Center for American Progress (CAP), vinculado al Partido Demócrata estadounidense, la Fundación Ideas del PSOE, y otros organismos de ideología progresista.
Fijémonos: un expresidente de EE.UU., y dos exprimeros ministros, uno del Reino Unido y otro de España, cuyo paso a la historia internacional se relacionará no sólo con una ideología, sino también con la guerra.
Estos encuentros de análisis ideológico pretenden preparar líderes. Que deberán ser capaces de hacer guerras, como las tres figuras organizadoras. Quizás por eso estaba entre ellas Carme Chacón, la socialista catalana actual ministra de Defensa.
González fue el primer político democrático español que llevó soldados de reemplazo a una guerra, la de Irak, tras la invasión de Kuwait lanzada por Saddam Husein. Bush, padre, era presidente estadounidense.
También envió soldados de reemplazo a la guerra de Bosnia, con Clinton como presidente, y sin autorización de la ONU. Y ordenó que pilotos españoles bombardearan objetivos civiles de Serbia.
Tony Blair fue durante trece años primer ministro laborista-socialdemócrata británico, aliado de Bush, hijo, en la segunda guerra de Irak. La invasión fue protagonizada por ambos países.
Cuando había caído Saddam acudieron tropas de otra treintena de naciones, entre ellas España, cuyos soldados eran profesionales, no de reemplazo.
Aunque como jefe del Gobierno español, Aznar tuvo un elevado protagonismo al participar en el encuentro de las Azores que coordinó la guerra de Bush y Blair, bajo patrocinio del primer ministro portugués, Durao Barroso.
Hoy, Durao Barroso, es presidente de la Comisión Europea con al caluroso apoyo de Zapatero, quien ha incrementado las tropas españolas en la guerra de Afganistán, mientras afirma que es pacifista.
Siendo progresistas, Clinton, Blair y González nunca dijeron que fueran pacifistas. Realmente, el Zapatero pacifista no es progresista, sino progresí o progre.
El progresí es pacifista mientras EE.UU. no le ordena combatir.
Cuando el progresí manda soldados a matar y morir, dice que van de enfermeros.
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SALAS para el fin de año.
No se si con el mejor criterio, pero he seleccionado algunos dibujos de Armando Salas que recuerdan lo que fue 2010.
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Aparte, el cronista deja como recuerdo este retrato actualizado y animado que me hizo mi mujer mientras escribía a pinzas esta última crónica del año. Feliz año nuevo a todos.