Salimos de San Sebastián por el oeste y nos dirigimos hacia Bilbao. Un alto en el camino en Guetaria para almorzar. Las villas marineras guipuzcoanas: de aquí salieron algunos de los más leales soldados, al servicio de la Monarquía primero y de la nación después. El mar abierto enfrente y una tierra inhóspita detrás son la mejor invitación para que uno se vaya y no vuelva jamás. Hay menos eusquera del que imaginaba en la calle, para desgracia de las personas que piensan que nacemos debiéndole algo a la lengua que hablamos. Comemos bien, en la calle mayor, con un servicio que sólo es razonable. Paseamos el pueblo y no dejo de recordar, mientras paseo, que hubo una época, a mí me lo van a contar, en la que todos pensaban que el origen de la patria española estaba escondido entre estas montañas. Que Túbal desembarcó aquí y que ninguno de nosotros se rebeló contra Dios en la soberbia de Babel.
Todo era mentira, por supuesto...PS: Asegura Pepe Álvarez Junco en su magnífica obra "Las historias de España" (página 6) que: "Sobre la lengua, fue clásico -a partir de Estrabón- elucubrar sobre la posibilidad de que la vasca dominara el conjunto de la península, o al menos en un área mucho más amplia que la actual, y de ahí se llegó a deducir que habría sido el origen de la española. Tal cosa es, sin embargo, con toda probabilidad un mito, como han demostrado en el siglo XX los estudios de Michelena, Tovar y Caro Baroja. La tesis vascoiberista apenas tiene actualmente defensores en el mundo académico"